E s Capdellà sigue conservando el encanto de un pequeño núcleo rural a los pies de la Serra de Tramontana, se respira tranquilidad y la impresión es que el tiempo pasa más despacio, las prisas brillan por su ausencia. El gran cambio en los últimos cincuenta años ha sido el poblacional, sigue teniendo alrededor de mil habitantes, con una diferencia importante, la mayor parte son extranjeros, con predominio de los alemanes. Del centenar de niños que hay en la escuela del pueblo, apenas una decena son mallorquines. ¡El multiculturalismo ha llegado para quedarse!
Es Bar Nou ha vivido toda esta transformación vecinal. Lo abrieron en 1962 Jaume Tugores y su esposa María Seguí, eran años en los que la cocina funcionaba los fines de semana para el vermut dominical: pilotes, sipi y ensaladilla principalmente. Los domingos después de misa era el momento de las relaciones sociales con vermut y variats. Por las noches tostaban cacahuetes, imprescindibles en las mesas durante las largas partidas de truc y tuttis.
Una parte del bar era la barbería del pueblo, que estuvo abierta hasta principios de los años noventa y era Joan Tugores, hijo, quien la regentaba, alternando la barra del bar con los afeitados y cortes de pelo.
Me cuenta Joan que en aquellos años Diario de Mallorca llegaba al pueblo a media tarde, con el autobús de línea, tras varias entrevistas con los responsables del periódico consiguió que llegara al pueblo a primera hora de la mañana, eso sí, con una contraprestación: para poder hacerlo necesitaban doce suscriptores. Joan se puso a ello y los consiguió. Desde entonces Diario de Mallorca llega puntualmente a su cita matinera.
Es a partir de mediados de los años ochenta del siglo pasado cuando comienzan a ser frecuentes los excursionistas y caminantes, con parada y descanso en el bar Nou. La cocina pasa a ser importante, desde pa amb olis hasta platos de cocina más elaborados, con Joan Tugores, hijo de los fundadores en la cocina.
Maribel Tugores, tercera generación, está al frente del bar, que sigue siendo lugar de reunión de vecinos y parada de caminantes. Elaboran cocina mallorquina, desde un frit, mallorquì o de marisc pasando por tumbet, llom amb col hasta platos de carne más potentes. Los postres son caseros.
El pan moreno de la panaderia Alomar y el café de Sorbito. Los vinos mallorquines están muy presentes: Son Puig, Macià Batle y José Luis Ferrer.
Bien vale un paseo hasta Es Capdellà, con parada y berenar en el Bar Nou.
Bar Nou
Carrer Major, 7. Es Capdellà. Calvià
Tel. 971 233 170 - 971 233 190
Abierto entre las 8,30 y las 24 h. Cierran los miércoles.
