A llá por 1925 la abuela Joana abrió una pequeña cantina en Manacor, con el tiempo se convierte en fonda y casa de comidas, habitaciones sencillas y comida casera. Contaba la abuela que en tiempos de la guerra civil "los soldados beben y no pagan", fueron años duros.
A mediados de los cuarenta sus padres se hacen cargo de la Fonda Can March, bar, pensión y casa de comidas, además de vivienda familiar. En los años setenta se trasladan a su actual ubicación, un edificio de nueva planta que hasta final del siglo pasado fue fonda y restaurante.
Miquel se crio entre ollas y fogones, con su madre y su abuela, intensos aromas a sofritos, hierbas aromáticas y los guisos de cada día. Con el paso de los años trabaja y aprende junto a su madre, Catalina, adquirie conocimientos, sabores y olores que conforman la base de su cocina. "La memoria gustativa y olfativa es la experiencia que marca nuestra historia. Esta memoria ha de ser forzosamente estacional, cada producto tiene su estación. Mi madre, gran cocinera, siempre lo hizo así" dice.
Un largo paréntesis por tierras valencianas hasta que con el cambio de siglo regresa a su casa y paulatinamente se hace cargo de la cocina. Junto a su hermano Tolo marcan una hoja de ruta y la dirección a seguir, comienza un gran cambio: de fonda y casa de comidas a Can March, restaurant.
En los primeros años la cocina de Miquel está muy influida por los tiempos que corren: cocina fusión, Ferrán Adrià, sferificaciones, texturas€ Su libro de cabecera: Els genis del foc, de Pau Arenós. Conocer a cocineros locales le lleva a descubrir la isla y sus productos, en esencia la cocina que hacia su madre. En los últimos años su cocina está marcada por el producto local, cercano y siempre se temporada.
De martes a viernes propone un menú de mercado, con varios entrantes y platos principales, acompañado siempre de una propuesta vegetariana, cosa poco habitual, ambos a precio muy interesante.
Fils de calamar en su tinta y el tartar de peix, llevan más de quince años en la carta; coques amb blat xeixa, carpaccio de carabassí, peix de llontja, su versión del clásico peix a la mallorquina, Además de una amplia propuesta de arroces, recuerdo y aprendizaje en La Fonda del mar, de la alicantina Xàbia: Arros de senyoret, de verdures, de llamantol, negre y uno muy especial: arros de conill, caragols i carxofes.
En los postres: xocolate, sal i oli, reminiscencia de meriendas infantiles a base de chocolate, pan y aceite. Sospiro i palo, su contribución al clásico dulce manacorí.
Cada tres semana cambia su menú degustación, el de estos días: Ensalada de rúcula, membrillo, melón y queso de cabra, fresca y agradable. Crema de monei (boniato en Manacor), panxeta i picornells, suave bienvenida de otoño. Llampuga en escabeche corto de verduras y tap de cortí, imprescindible impregnar el pescado en el escabeche. Lomo de ternera con patata morada, setas y tomate seco, exquisita la crema de patata embadurnando la carne con las gírgolas y el tomate seco. Seguimos con quesos, mahones potente y mallorquín suave, con confituras marca de la casa. El postre es un auténtico festival de sabores: Cuajada de calabaza con crujiente de avena y helado de vainilla. Platos claros y elegantes, de exquisita presentación, tanto en la vajilla como en el montaje.
Es martes y la amplia sala, de corte clásico, ambiente coloquial y familiar, está repleta de comensales. El servicio es fluido y amable. Todo ello a cargo de Tolo Gelabert.
El dijous de Can March, una vez al mes cena y maridaje con una bodega de Mallorca.
Me sorprende la esmerada selección de vinos de la tierra, en una carta con más de un centenar de referencias.
Can March, restaurant
C/València, 7. Manacor
Tel. 971 550 002
Domingo noche y lunes cerrado.
De martes a jueves abierto mediodía. Viernes y sábados mediodía y noche
Menú de mercado: 13,50€. Menú vegetariano: 13,50€ (de martes a viernes)
Menú degustación: 33€
A la carta: 30 - 35€
Cierre vacacional: Agosto
www.canmarch.com
