Probablemente más de uno se está preguntando si lo de llevar un navegador en el coche no es una cosa del pasado. Pero la verdad es que no lo es en absoluto. Especialmente si viajas a zonas en las que no puedes utilizar aplicaciones como Google Maps que, todo hay que decirlo, no es tan precisa como parece.
Una de las principales ventajas de este navegador es su rapidez a la hora de indicar los caminos por los que vamos conduciendo, sin ese habitual retardo de las apps móviles que provocan que nos equivoquemos de salida en más de una ocasión. Además, sus mapas son mucho más precisos que los de muchas aplicaciones, y por si esto fuera poco estamos ante un navegador tradicional que es también portátil. Incorpora Bluetooth, por lo que se puede usar como manos libres si nuestro coche no lo lleva. Y la batería que incluye nos permite usarlo fuera del coche mientras paseamos por cualquier ciudad sin temor a que nos llegue una factura estratosférica por el uso de los datos en según que países.
Al poderse sincronizar con la plataforma en línea de TomTom, podemos planificar las rutas desde el ordenador o la app -para Android y iPhone- y enviarla al navegador luego. Lo tiene todo.
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