El euro ha empezado estos dos primeros meses del año tal y como finalizó el 2017, con subidas. La divisa europea sigue evidenciando una gran fortaleza y pese a que todavía está lejos de los 1,40 euros a los que se llegó a cambiar frente al dólar en 2014, se mantiene cerca del nivel de los 1,23 dólares, un 16% más que hace un año. Por aquel entonces, la moneda comunitaria se movía en el entorno de los 1,05 dólares, en un escenario de incertidumbre política en Europa que algunos expertos consideraban que amenazaba incluso con la continuidad del euro.

Superada aquella etapa de crisis, la escalada progresiva de la moneda única ha sido una constante, en una tendencia que en líneas generales no es previsible que cambie en el corto plazo. Así, el consenso de analistas recogidos por Bloomberg apuesta porque el rango de cambio entre el euro y el dólar se mueva en el entorno de los 1,25 euros durante este año, y que en 2019 alcance los 1,28 dólares.

Aunque estos datos macroeconómicos puedan parecer alejados de nuestra realidad cotidiana, lo cierto es que tienen un profundo impacto en nuestro día a día como consumidores. Por ello, en estas líneas te contamos cómo afecta a nuestro bolsillo la actual fortaleza del euro.

Turismo

Con un euro fuerte, viajar a destinos fuera de la Eurozona nos resulta mucho más barato. En este sentido, antes de elegir destino para nuestras próximas vacaciones no es mala idea tener en cuenta el tipo de divisa que se utiliza en nuestro destino y tomar una decisión en función de esta variable. En este sentido, para los españoles y los europeos resulta en estos momentos más asequible ir a países como Estados Unidos, Reino Unido o Japón. En cambio, por ejemplo, para los británicos, que es el grueso del turismo que recibe nuestro país, resulta más caro viajar a España.

Compras

Al igual que los viajes, el actual escenario de fortaleza del euro hace que comprar en países fuera de la zona euro resulte mucho más barato. No solo eso, sino que también podemos aprovechar esta situación para realizar compras online en países en los que podamos beneficiarnos del tipo de cambio. Y no sólo con el dólar. Podemos comprar, por ejemplo, en comercios electrónicos del Reino Unido y es posible que nos resulte más barato. En cualquier caso, siempre que compremos en el extranjero es conveniente que comprobemos los gastos derivados de estas compras, para evitar sobrecostes en los gastos de envío, aduanas?

Precio de la gasolina

El cambio de divisas afecta directamente también al precio de productos de uso común en nuestro día a día. Por ejemplo, el gas o el petróleo. La mayoría de materias primas se compran habitualmente en dólares, por lo que la evolución del tipo de cambio afecta directamente al precio final en euros que pagan las compañías energéticas. En este sentido, con un euro fuerte a las empresas les resulta más barato comprar gas o petróleo, por lo que deberían trasladar este ahorro -pese a que no siempre lo hacen- al consumidor.

Ahorro

El actual escenario de fortaleza no es bueno para aquellos que tengan depósitos en divisas, especialmente en el caso del dólar o el yen, que han visto en estos últimos meses como su capital se veía reducido. En la misma situación se encuentran los ahorradores que tengan fondos de inversión invertidos en productos en otras divisas. En cambio, quien sale ganando en estos momentos son aquellos consumidores que hayan contratado hipotecas en otras divisas. En cualquier caso, las ganancias obtenidas en estos últimos meses probablemente no compensen la pésima evolución que han seguido estos productos de alto riesgo en los últimos años.