Casi un tercio de los españoles (28%) dispone de entre 10 y 100 euros al mes para consumir, una vez cubiertos los gastos básicos de vivienda, alimentación y principales facturas, según el estudio 'La renta disponible y el crédito, aceleradores de la demanda interna' impulsado por Genworth.

Un 40% de los encuestados cifra su presupuesto para el consumo familiar mensual entre los 100 y los 400 euros, mientras que el 32% cifra esa renta entre los 500 y los 1.000 euros, o más.

En cuanto al ahorro, casi la mitad de los encuestados manifiesta ahorrar como máximo 100 euros mensuales, y de ellos más de la mitad (el 64%) no supera los 50 euros. Un 37% afirma ahorrar entre 100 y 400 euros, mientras que el 18% restante sitúa entre los 500 y 1.000 euros.

Por otro lado, el sondeo pone de manifiesto que, a pesar de las señales positivas de la economía, una parte importante de la población sigue sin sentir en sus bolsillos los resultados de esa recuperación, puesto que el 17% de los encuestados sigue sufriendo para hacer frente a sus pagos, y el 27% tiene serias dificultades para llegar a fin de mes.

Cuatro de cada cinco familias encuestadas afirma haber tenido que recortar de manera importante sus gastos en los últimos 12 meses. En concreto, un 57% dice que come menos fuera de casa, un 51% ha tenido que limitar las compras, el 46% ha reducido las actividades de ocio fuera del hogar y un 45% ha recortado los viajes.

A pesar de las dificultades para el consumo y el ahorro, las expectativas a futuro de los encuestados arrojan cierto nivel de optimismo, puesto que un 40% cree que su situación financiera va a mejorar en los próximos 12 meses, frente a los 45% que cree que a pesar de todo su situación se mantendrá igual. Sólo un 12% apunta a un empeoramiento.

Para acompañar al informe, Genworth ha preguntado a un grupo de 9 especialistas en economía y consumo sobre la situación y todos han resaltado la necesidad de tomar más medidas ahora que la economía vuelve a repuntar.

En concreto, han apostado por seguir incidiendo en rebajas fiscales, incentivos a la contratación y medidas que impulsen el ahorro para incrementar el consumo y generar empleo. Además, han propuesto impulsar una mayor flexibilidad del crédito a emprendedores, familias y empresas asegurando endeudamientos responsables.

Asimismo, han reclamado seguir avanzando en un mercado laboral flexible, ajustando los salarios a la productividad de las empresas y a la competitividad del país, y haciendo que los ajustes no recaigan siempre en los trabajadores temporales.

Por otro lado, se han inclinado por promover la estabilidad a través de acuerdos políticos, ya que el nuevo escenario exigirá cambios en la forma de gobernar, y por incrementar la colaboración entre la administración pública y la banca en temas como la detección del fraude, la dinamización de la administración pública o el apoyo a las empresas y ciudadanos en la mejora de sus condiciones de vida.