Muchas veces son las propias entidades financieras las que ponen un producto de moda y que, a medida de ir insistiendo y comercializándolo a los clientes, hacen que se convierta en un producto de lo más demandado. Algo similar podemos decir que es lo que le ha ocurrido a los depósitos a 13 meses de plazo.

Lo normal hasta no hace mucho era la contratación de depósitos a 3 o 6 meses cuando eran para captar a nuevos clientes y a 12 meses si lo que se quería era conseguir rentabilidad y esperar aprovecharse de futuras subidas de tipos en un año, cosa que ocurría habitualmente.

Había depósitos a otros plazos, 4 meses o 9 meses, pero no eran productos que todas las entidades financieras comercializasen lo cual impedía tener una comparativa de rentabilidades fiable.

Cuando a comienzos de año el Banco de España limitó, o aconsejó según dicen otros, que los productos de ahorro no podían exceder de una determinada rentabilidad, cortó de raíz el ritmo de contratación de los depósitos bancarios, principalmente los de corto plazo, ya que la rentabilidad máxima aconsejada para depósitos a 12 meses se situó en el 1,75% TAE, mientras que los que pasasen de ese plazo y hasta los 24 meses, la rentabilidad máxima era del 2,25% TAE.

Fue aquí cuando se demostró la picaresca de las entidades españolas. No pusieron énfasis en comercializar depósitos a 24 meses, cuando eran conscientes que el producto más contratado en materia de depósitos hasta la fecha era el de los 12 meses, sino que optaron por sacar al mercado depósitos a 13 meses que, sin poder considerarse a corto plazo, estaban muy próximos, pero que permitían esquivar la limitación del 1,75% y remunerar al 2,25% TAE, lo cual los convirtió en el producto ideal alternativo a los depósitos a 12 meses, ya que, por un solo mes más, el cliente veía como se le remuneraba medio punto más en el tipo de interés. Todo esto, cumpliendo con los consejos a ´rajatabla´ del Banco de España.

De la noche a la mañana todas las entidades comenzaron a comercializar depósitos bancarios a 13 meses, fueron la moda, y aun es el día de hoy que en este segmento hay una gran competencia.

Cómo está el mercado hoy

Si vemos por ejemplo el Depósito a 13 meses de Bankinter para clientes nuevos de más de 10.000 euros, comprobamos que incluso superan las rentabilidades recomendadas ya que está ofreciendo una rentabilidad del 2,50% TAE.

El Banco Mediolanum, también a 13 meses, está en el límite recomendado, ya que ofrece una remuneración del 2,25% TAE, pero contratable apartir de los 2.000 euros.

El Depósito a 375 días del Lloyds Bank, ni siquiera llega a los 12 meses de plazo, también remunera al 2,25% TAE con un mínimo de 6.000 euros, mismas condiciones que nos encontramos en el Depósito Solidez a 13 meses del Deustche Bank.

Una excepción que nos encontramos en esta regla es la del Banco Finantia Sofinloc, que lo comercializa a 14 meses, no mucho más plazo que los anteriores, pero a cambio ofrece un 2,40% TAE aunque para ello se exija un mínimo de 50.000 euros.

UNOe, entidad online del Grupo BBVA, desde los 3.000 euros, remunera a 13 meses al 2% TAE. El iDepósito a 13 meses de iSantander, para cualquier importe remunera al 1,75% TAE, lo que lo igual en rentabilidad máxima a los depósitos a 12 meses, lo mismo que el Depósito fácil Internet 13 meses que comercializa Bankia, que da la misma rentabilidad.

Si nos fijamos en su conjunto hay una tendencia clara. Muchas de las entidades que comenzaron a remunerar estos depósitos por encima del 1,75% máximo para los doce meses, han optado por poner esa cifra como máxima en sus productos a 13 meses con lo cual han aprovechado para reducir más la rentabilidad de los depósitos a 12 meses. Es decir, todas las entidades que remuneran a 13 meses al 1,75%, es porque poseen depósitos a plazos de un año que están por debajo de esa rentabilidad.

Lo que inicialmente fue para todas las entidades un producto de captación de dinero de otras entidades y nuevos clientes, ahora es un producto empleado para reducir la remuneración de los depósitos a menor plazo, lo cual confirma lo que dijimos al principio: muchos productos los ponen de moda y los quitan las propias entidades. En todo caso, sean productos de moda o no, debemos saber cuáles son los productos de ahorro que más nos convienen.

Jose Luis del Campo, colaborador de iAhorro