Para hacerle frente a los plazos resultantes de la compra de un bien de consumo, o de haberse hecho con un capricho especial, la opción más ventajosa para el cliente es un préstamo personal. Sin embargo, cada vez resulta más complicado acceder a este tipo de financiación, con lo que los créditos rápidos y las tarjetas de crédito son, con gran frecuencia, los métodos más demandados.

Hoy en día, acceder a las condiciones de un préstamo personal es una cuestión difícil y que ya no está al alcance de cualquiera. Con una financiación que rondaba entre el 8% y el 11% TAE, era la manera más habitual y económica de conseguir dinero para pagar pequeñas compras y solventar imprevistos. Debido al parón en la concesión de crédito otras nuevas opciones cobran fuerza, especialmente los préstamos rápidos y las tarjetas de crédito. Para decidir sobre cuál es la elección más acertada hay que atender a una gran variedad de ofertas en cuanto al tipo de interés.

Recomendaciones sobre tarjetas de créditosUn dato que se debe tener en cuenta en relación con las tarjetas es que, cuánto más elevado es el tipo de interés que presentan, más posibilidades existen de que las concedan, con lo que esto supone de incremento en las cuotas.Asimismo, y de manera frecuente, las entidades piden una serie de requisitos para concederlas. Lo habitual es que se domicilie la nómina y que se superen los criterios de riesgo que estipula la entidad de la que se trate. Hay tarjetas de crédito, como la de Obsidiana o la del Citibank, que no nos obligan a cambiar de banco. Podemos disponer del crédito cuando queramos y pagar cada mes mediante recibos domiciliados en nuestra cuenta corriente habitual.Por lo que respecta al importe, lo normal es que una tarjeta de crédito tenga un límite bastante más reducido que el que se pueda obtener con los créditos rápidos.

como la de Obsidiana

Recomendaciones sobre créditos rápidosA diferencia de las tarjetas, los créditos rápidos acostumbran a ser más fáciles de tramitar (es probable que no requieran nómina) y cuentan con unos plazos más elásticos.El tipo de interés variar en función del importe y el plazo contratado. Es el caso del Crédito Proyecto de Cofidis, pensado para hacer realidad proyectos personales, con una financiación máxima de cuatro años, aunque cuanto menor sea el plazo los intereses serán menores. Sin embargo, no hay que olvidar que la cuota mensual será más alta.Hay que saber también que los créditos siempre presentan un importe y unos pagos estructurados. Cuando se necesita más flexibilidad, los asesores recomiendan el uso de la tarjeta, contando con la precaución de no extender en exceso la deuda por espaciar demasiado los pagos.De todas formas, un crédito rápido solicitado con sentido común, teniendo en cuenta la capacidad económica del solicitante para hacer frente a la devolución de las correspondientes cuotas, también pueden ser una solución. Sobre todo, sabiendo que su concesión es rápida, sin apenas papeleos y con mínimos requisitos para el cliente.Para aquellas personas con un buen perfil económico, se presentan opciones como el Crédito de BIGBANK, con un tipo de interés bastante competitivo que oscila entre el 9 y el 14 por ciento. Para este tipo de producto los requisitos se incrementan: tener una edad mínima de 20 años, ser ciudadano español o residente en España con permiso de residencia en vigor y estar al corriente de todos los pagos.También es conveniente actuar con prudencia de cara a posibles ampliaciones, para evitar que la deuda acabe saliendo más cara de lo previsto. La mejor alternativa es usar la tarjeta si ya se dispone de una con un interés aceptable y con un límite que resulte suficiente. Para los casos en los que no se dispone de tarjeta o esta es demasiado cara, es preferible recurrir a un crédito rápido para disponer de efectivo.

uso de la tarjeta

crédito rápido solicitado con sentido común

crédito rápido

Eva Llorca / iAhorro.com