¿Se imagina los desastres que puede suponer tirar el aceite usado a la naturaleza? Puede suponer un gran perjuicio a nivel medioambiental. Por eso, Reusa Mallorca lleva desde 2013 recogiendo aceites vegetales usados. Son especialistas en su almacenamiento, tratamiento y transformación para que posteriormente sea utilizado como materia prima en la fabricación de un combustible ecológico, el biodiésel.
La empresa se dedica mayormente a la recogida de aceite en el sector de la restauración y la hostelería. Eso sí, Reusa Mallorca también trabaja con otros centros, como colegios, hospitales, residencias de ancianos o industrias.
Reusa Mallorca destaca por ser una de las que cumple la normativa vigente al documentar el proceso mediante el oportuno albarán de recogida. Se encuentra entre los gestores autorizados del Govern, con lo que se garantiza la correcta gestión medioambiental del residuo. El contrato que firma Reusa con sus clientes, además, permite que exista una trazabilidad, a través de la cual se puede conocer la trayectoria del producto, así como sus movimientos históricos y su ubicación.
Asimismo, dispone del certificado de sostenibilidad de los biocombustibles (ISCC), un sistema de certificación organizado y con orientación internacional, en el cual se busca la trasparencia y reconocimiento de la trazabilidad del aceite que se recoge. Este sello lo otorga la prestigiosa Bureau Veritas.
Respeto al medio ambiente
De esta forma, Reusa Mallorca se posiciona como una empresa que respeta el medio ambiente. Adecua sus servicios, instalaciones, vehículos y equipos a que el impacto sea el mínimo posible. Para lograr un servicio más eficiente y conseguir el mejor aprovechamiento del aceite usado, se prevé la instalación de una planta de valorización, diseñada con una moderna tecnología para someter el aceite vegetal usado a distintos tratamientos. De esta manera, se espera obtener la materia prima idónea para la producción de biodiésel.
Si bien el aceite usado no está catalogado como un producto peligroso, sí que es altamente contaminante. En este sentido, entre los perjuicios que supondría tirar el aceite vegetal sin ningún control, figuran la contaminación del agua. Si se verte en un río o en el mar, puede formar capas que impidan la llegada de oxígeno al agua. Como consecuencia, muchos organismos acuáticos perecerían.
Si se tira por el desagüe de casa, también puede deteriorar las tuberías, con el perjuicio económico que esto supone. Incluso, si se llega a mezclar con restos de comida, puede causar peligros en la salud de las personas que lo consuman.
Además, a la hora de depurar residuos, genera unos costes que son todavía mayores. Y tampoco vale arrojarlo al suelo, porque contribuye a eliminar la productividad de la tierra. Por todos estos motivos, la actuación que hace Reusa Mallorca es de vital importancia.
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