Dolors Pascual trabajaba vendiendo ropa y cuando mostraba el género y los clientes le veían las palmas de las manos, ella les explicaba que tenía psoriasis, una enfermedad común y no contagiosa. "Y me aceptaban: cuando lo explicas, la gente lo entiende", asegura esta mallorquina, una de los más de 25.460 residentes de Balears aquejados con esta dolencia crónica que, lejos de ser una mera cuestión estética, lleva multitud de efectos asociados (como artritis, cansancio, afecciones de hígado...) y supone todo un desafío psicológico para quienes la padecen, que se enfrentan al rechazo social.

Pero es que Dolors es "una paciente cinturón negro", según Santiago Alfonso, director de la asociación 'Acción Psoriaris', en una mesa redonda organizada en la sede de este diario con motivo de la llegada a Mallorca de la campaña 'Aclara la psoriasis', impulsada por esta entidad en colaboración con Novartis.

Esta paciente y colaboradora encarna el espíritu que quiere difundir este campaña, cuyo propósito es "empoderar a los pacientes" para que tomen las riendas de su dolencia y vean que, a pesar de que la OMS califica la dolencia como "grave, incapacitante y desfigurante", pueden controlar los síntomas y mejorar de forma notable su calidad de vida: ¿Por qué y cómo? Por la "revolución terapéutica" de los últimos años y adoptando "un papel activo".

Otro objetivo de la campaña es informar sobre el impacto social y psicológico que tiene la enfermedad sobre los pacientes "y preparar a la sociedad para que no los rechace".

Juan Escalas, dermatólogo responsable de la Unidad de Psoriaris de Son Espases, recuerda que sin tratamiento los casos más graves de esta enfermedad inflamatoria inmunológica crónica podría suponer incluso la muerte. "Los casos están al nivel de los infartos, el cáncer o la diabetes", indica el médico, que ha escuchado duros testimonios de pacientes sobre cómo les afecta la patología a nivel psicológico, llegando a la depresión.

El farmacéutico es muchas veces el primer profesional del ámbito sanitario que puede detectar un caso de psoriasis, ya que como confirma Antoni Real, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Balears, "a la piel no se le da tanta importancia como a otros órganos", con lo que al primer síntoma muchas veces se acude directamente a la farmacia en busca de una crema en vez de ir al médico.

Por eso, los farmacéuticos, formados y concienciados sobre la psoriasis, pueden ser los 'captadores' y quienes deriven a los pacientes al dermatólogo: "Cada día pueden pasar por las farmacias de las islas un millar de personas por la psoriasis: son un punto idóneo para abordar esta cuestión".

El presidente de Acción Psoriasis coincide con él al calificar de "fundamental" el papel del farmacéutico y recuerda que por ello hace nueve años que firmaron un convenio de colaboración.

¿Hay un perfil de paciente de psoriasis? Como en el caso de Dolors Pascual, puede haber un componente hereditario, apunta Escalas, que señala que el estrés es la causa más recurrente que hay tras el primer brote de psoriasis. "El alcohol, el tabaco y la obesidad también son factores que hacen que sea más difícil de tratar", añade.

Otro interrogante que surge sobre el debate: ¿Llegará a curarse la psoriasis? Virgina de las Heras, responsable médica de Inmunología y Dermatología de Novartis, explica que al no haber un único culpable la curación de la psoriasis "hay que verla desde otro punto de vista" y en este sentido recuerda que actualmente el control "es más que óptimo y los tratamientos son cada vez más cómodos y seguros".