-¿Es el político revelación?
-Ni mucho menos. Solo soy una parte más de este proyecto. Mi objetivo es ayudar a llevar a cabo nuestras ideas a nivel colectivo. Puede que Som Palma haya sido una fuerza política revelación, como Podemos, en el sentido de que están demostrando que los partidos políticos pueden estar protagonizados por gente normal y actuar de forma diferente.
-¿De dónde sale el voto a Som?
-Como Podemos, movilizó a mucha gente que hasta ahora era reacia a la política o estaba harta de las fuerzas tradicionales, de sus escándalos de corrupción o de la falta de respuesta ante ellos. Otros votantes pueden proceder de formaciones cuyos ideales o proyectos no se podían llevar a cabo si no era con una fuerza que tuviera voluntad de influir más allá de su comunidad o entorno más inmediato.
-Som Palma ha tenido un 5% menos de votos que Podemos en Palma. ¿Cree que ha sido por desconocimiento?
-Sí, lo ha dicho mucha gente. No hemos tenido recursos humanos ni económicos ni tiempo para dar a conocer Som Palma. Pese a ser jurídicamente independientes de Podemos, políticamente están hermanados y Som Palma recibe el apoyo de Podemos. De todos modos, con unos recursos que no han pasado de los 2.000 euros y constituidos en marzo, hemos logrado un resultado electoral bastante bueno.
-Si no se hubieran 'perdido' esos 8.000 votos, la formación estaría por delante del PSOE.
-Seríamos la segunda fuerza, aunque también tenemos en cuenta que nos hemos tenido que adaptar a las circunstancias. A nivel estatal, Podemos decidió no presentarse en los municipios. Por lo tanto, lo intentamos con la creación de una candidatura de unidad popular y hemos visto que ha sido la decisión acertada.
-¿Entrarán en el gobierno o controlarán desde la oposición con acuerdos puntuales?
-Es pronto para eso, aunque hay dos premisas claras: la primera es que cualquier pacto se aprobará por las bases. Les presentaremos cuáles son las posibilidades y la gente decidirá. La segunda es que las opciones no serán en base a ocupar cargos, sino en beneficio de la mayoría. Pactaremos según nuestro programa, que quiere dar prioridad a servicios sociales, cultura, participación ciudadana y medio ambiente. Pero esto no significa que sean líneas rojas, una frase que está muy de moda.
-¿No tenéis exigencias?
-A día de hoy, no. El programa político de Som es el horizonte sobre el cual dialogaremos con las otras fuerzas.
-¿Pero tratarán de pactar un programa consensuado?
-Podemos formar parte de un gobierno con un acuerdo sobre iniciativas concretas, como la metodología democrática, por ejemplo. De todos modos, no hay ningún problema si decidimos quedarnos en la oposición para pactar puntualmente siempre y cuando sea en beneficio de la mayoría.
-¿Influirá el desarrollo de las negociaciones a nivel insular y autonómico?
-Es un partido jurídicamente independiente. Podemos tener en cuenta las circunstancias de las otras instituciones, aunque será la gente inscrita en Palma la que decidirá. Como plataforma ciudadana no recibimos órdenes de nadie, todo lo contrario, ya que podemos influir en otros sitios.
-La representatividad en Cort después de estas elecciones es muy plural. ¿Lo tendrán en cuenta, al ser un partido con la posibilidad de gobernar?
-Una de nuestras prioridades es la participación ciudadana. La regeneración de las instituciones no pasa por un simple cambio de colores de quienes gobiernan, sino por crear mecanismos de participación efectivos para que esta diversidad que se cristaliza puntualmente en un consistorio esté reflejada de forma dinámica y cotidiana en toda la legislatura.
-¿Qué mecanismos?
-Las consultas ciudadanas. Las queremos implantar para que la gente se sienta constantemente representada y pueda adoptar decisiones en temas importantes para la economía, las relaciones sociales, el medio ambiente... La iniciativa supondrá un punto de no retorno en la práctica democrática, de madurez y calidad. La ciudadanía adquiere el derecho de opinar en cuestiones que le afectan. Será un nuevo derecho cívico y no habrá vuelta de hoja. Nos los tenemos que ganar.
