Podemos y sus aliados mejoraron ayer el resultado de diciembre en las islas, sí. Y agrupados como Units Podem Més le sacan un puñado más de votos al PSOE, también. El resultado de la coalición balear es encima cuatro puntos superior al de Unidos Podemos en España. Correcto. Y hasta revalidan en Balears los dos escaños de diciembre. Lo que quieran. Pero ayer Podemos en España y Units Podem Més en Balears fueron los grandes perdedores. Y como tales se sentían los líderes de Podemos, Més y Esquerra Unida, reunidos en la palmesana plaza Fleming para una fiesta que resultó ser la de la derrota: Podemos y sus aliados están desde ayer como el PSOE, más lejos de un gobierno de izquierda.

Así que la que iba para juerga de la victoria degeneró en noche de los derrotados. Vencidos por las expectivas previas de acercarse en incluso superar al PP. Hundidos por la euforia desatada a las ocho de la tarde por esas encuestas que casi les daban el gobierno y resultaron estar hechas por un binguero. Y deprimidos sobre todo porque vieron crecer en las islas y en el Estado a quien consideraban y consideran el gran rival y mal del país, el PP de Mariano Rajoy. La "sonrisa de un país" y "el somriure del Mediterrani" se congelaron juntas, haciendo que los líderes de todas las fuerzas coaligadas estuvieran ayer a las 23.00 horas más unidos que nunca, pero en el estupor.

Ni a los analistas más afilados de los partidos coaligados les salían las cuentas. A saber: la alianza logra unida 117.000 votos, que son 39.000 menos de lo que sumaba los 156.000 obtenidos por Podemos, Més y Esquerra Unida por separado. Es decir, tenían que ganar 45.000 y solo sumaron 6.000. "Nos ha castigado la abstención", decía uno. Pero no: la abstención es la misma, y ayer se repartieron más votos. "Se han ido a Sobirania", apuntaba luego el mismo analista. Pero tampoco: el nuevo partido se llevó 7.390, con lo que faltan más de 32.000 votos volatilizados por explicar. "Igual se ha ido voto al PSOE", especulaba el estudioso de Més, que lleva años escudriñando elecciones y ayer no entendía nada. Porque tampoco se lo llevó el PSOE: en diciembre los socialistas quedaron a 23.000 votos de Podemos y ayer se fueron más lejos, con 25.000 apoyos menos que Units Podem Més.

Así que la coalición no suma, pero no está tan claro que reste. Con lo que la clave hay que buscarla en el avance del PP, que no esperaba ni el PP. Con sus 162.000 votos se apuntó 3 escaños que dejan a Units Podem Més con dos, a un mundo de los cuatro que llegaron a vaticinar, e incluso lejos de los tres que habría supuesto que un político de Més, Toni Verger, entrase por primera vez en el Congreso. Con lo que Podemos se queda como estaba y Més también, y pese a eso, o justo por eso, ambos se sienten peor. Aunque intentaban sacudirse la pena: "Somos la primera fuerza de progreso en Balears", enfatizaba, sin énfasis, el juez Yllanes. "No ocultaremos que esperábamos un resultado mejor. No bajaremos los brazos. Queda mucho trabajo que hacer y somos importantes. El mensaje es de ilusión", añadía sin ilusión. Luego lo intentaba Verger, que sugería a Pedro Sánchez algo en lo que casi nadie creía ayer en plaza Fleming: un gobierno de coalición con Unidos Podemos Més y los partidos "vascos y catalanes".