En diciembre lo leían en estas páginas: Podemos era el partido nacional que más veces se acordaba de Balears en su programa. Dedicaba hasta un capítulo a las islas, aunque no había en ninguna de las seis grandes propuestas que hacían los de Pablo Iglesias una novedad sustancial respecto a lo que han prometido e incumplido casi todos los candidatos nacionales que han presentado PP y PSOE durante su historia de alternancia en el poder. También leían entonces en el análisis del programa de la coalición ecocatalanista de izquierdas Més que su propuesta era idéntica a la de Podemos, pero vestida de pasión balear. Donde Podemos decía volver a adelantar a los 65 años la jubilación de los trabajadores, Més decía adelantar esa edad a los trabajadores baleares. Y así. Més se vestía entonces de Podemos, para podemizar su programa, en lucha por el mismo votante de izquierda. Ahora es Pablo Iglesias el que se viste de Més para balearizar el programa de Podemos, previamente podemizado por Més. Y en ese viaje de ida y vuelta, en el que hubo tiempo para sacudirse bien de la negociación de la coalición y para los besos y sonrisas del acuerdo ya firmado, cuadra Pablo Iglesias el círculo morado, que directamente se deforma para arrojar un corazón multicolor en el que por fin Balears encuentra sitio en un programa de acción nacional. Y no es poca cosa el cambio: en las dos sintéticas páginas en las que se resume el compromiso electoral del acuerdo de la coalición entre Podemos, Més y Esquerra Unida hay más alusiones a Balears y sus necesidades que en los otros tres grandes programas nacionales juntos.
Y esta vez algunas propuestas sí son novedosas. Y relevantes. La más llamativa estaba en el programa de Més en diciembre: proponían "implementar un tipo de IVA reducido para Balears". A la canaria, vaya. Ahora los de Pablo Iglesias suman la idea a su programa sin tocarle una coma. La cosa tiene calado: en Canarias, por ejemplo, se cobra un tributo en vez del IVA (el IGIC), que supone un 7% de impuesto, frente al 21% de IVA de Balears. Podemos hace también suya la exigencia de Més de mejorar la financiación de Balears, incluyendo una compensación de "la deuda histórica" del Estado con Balears, esos miles de millones que durante decenios las islas han aportado de más sin recibir servicios e inversiones equivalentes a cambio. En el programa hay además un par de ideas originalmente de Podemos, que ya las llevaba en diciembre, como lanzar un plan pagado por el Estado para construir infraestructuras con las que atender a los beneficiarios de la Ley de Dependencia.
En el nuevo compromiso de Podemos se habla de prospecciones, un olvido que en diciembre no entendían ni los dirigentes baleares del partido. Entonces, como ahora, se escuchó a Iglesias cargar contra las prospecciones, pero la diatriba no estaba en el programa. Ahora sí. Y algo más: promete "ampliar el Parque de Cabrera". Y resucita el proyecto del tren de Llevant, que debería estar ejecutado ya, pero fue paralizado porque el Gobierno Rajoy canceló las inversiones estatutarias. Ahora vuelve con la coalición del corazón, que asegura que derogará las reformas laborales, la Lomce, y la ´Ley Mordaza´. Todo estaba en los programas separados de los que hoy forman la coalición. También queda en la oferta conjunta una idea que en otro tiempo habría afectado a Balears, pero ya no: se trata de la propuesta de Iglesias de convertir BMN, el banco intervenido que devoró Sa Nostra, n una banca pública que facilite el crédito. La promesa sigue, pero Sa Nostra ya se ha desbalearizado. Justo al revés que Podemos.
