El PP mantiene a sus tres diputados en el Congreso. Gracias a su coalición con Més y EU, Podemos gana el tercero a costa del PSOE, que se quedaría en el fatídico uno. Y Ciudadanos conserva el suyo. Esa es la quiniela que hacen, a doce días de las elecciones, tres expertos en análisis electoral. De cumplirse su pronóstico, el mapa político de Balears daría un nuevo vuelco, y el 3-2-2-1 del 20-D pasaría a ser un 3-3-1-1 el 26-J.
El cambio más significativo entre unos comicios y otros sería el batacazo de los socialistas. Los consultados dan por hecho la pérdida de su segundo escaño, en beneficio de la alianza Units Podem Més. "El PSOE puede ser el más perjudicado, o se saca un as de la manga o va a ser el gran perdedor", vaticina Gonzalo Adán. El director del Instituto de Estudios Sociales (IBES) recalca que los socialistas "deberían tener un poco más de fuelle, al estar en el Govern", pero ello no ocurre. "Pedro Sánchez tiene un 21% [del voto según sondeos] y aquí Armengol se mueve entre el 19-20%, el gobierno le es un lastre en este caso", apostilla.
"El votante socialista está desencantado, desilusionado... depende mucho de Sánchez si lo reactiva", señala Andreu Grimalt. El sociólogo y director de la Fundació Gadeso también "apostaría a que el PSOE se queda con un escaño", que sumaría Units Podem Més. "Solo con que Més y EU mantengan la mitad de votos, sale el tercero", apunta. Con todo, "la coalición lo tiene complicado para ser primera fuerza" en sufragios. El PP "puede recuperar un porcentaje mínimo de voto, y aunque sea poco resultará difícil adelantarle", sostiene.
Grimalt cree que el 26-J se producirá un trasvase de votos de Ciudadanos al PP, que asimismo puede captar "al votante menos soberanista de El Pi, aunque no será un número muy importante".
Eli Gallardo coincide en esta ligera subida para el PP, que achaca a la estrategia "de movilización. La campaña va dirigida a movilizar, y hay que tener en cuenta que el colchón de votos lo tienen los partidos antiguos". Gallardo, licenciado en Ciencias Políticas y jefe de Comunicación del Ayuntamiento de Marratxí, repasa las encuestas: "La horquilla es de 3-4 diputados para el PP, y 3-4 para Units Podem Més. El PSOE se mueve entre el 1-2, y Ciudadanos 0-1". Sobre estos últimos, el politólogo destaca su "campaña pobre", y en cuanto a la confluencia de Podemos, no tiene dudas de que el tercer escaño "se lo quita seguro al PSOE". Que éste se quede en uno o dos diputados -que en este caso iría a costa del de C´s- dependerá, insiste, de la "capacidad de movilización en campaña. La gente está harta, pero todavía faltan dos semanas" para que los indecisos salgan de sus dudas. "Estas elecciones se deciden entre el frente de derechas, el PP sobretodo, y Podemos. La participación -que Gallardo augura que bajará en Balears respecto al 20-D, "pero no menos del 10%"- será "decisiva" para los resultados de unos y otros, recalca.
¿Qué claves regirán el comportamiento de los electores, en tan solo seis meses de diferencia? Gonzalo Adán da dos: Por un lado, lo que llama "el relevo generacional". Hasta ahora "se distinguían cuatro generaciones de votantes: Los ´niños de la guerra´, gente de 80-85 años, que son muchos; los postfranquistas; los de la transición; y los nuevos votantes, que han nacido con el teléfono móvil en la mano", Dice Adán que "estos últimos no votaban, y los primeros eran conservadores". Con el nuevo statu quo, "hay un desplazamiento, en diciembre quedó claro y ahora se verá más. Los ´niños de la guerra´ van a votar lo que les dicen sus nietos. Eran del ´yo el PP, yo el PP´, y ahora ´lo que me diga mi hijo´. Han dejado de estar anclados", describe el doctor en Psicología.
En segundo lugar, Adán dirige su mirada hacia la coalición con Podemos: "Dos más dos no son cuatro, por lo que juntos ahora pueden no llegar al 32% del voto que obtuvieron en diciembre. Pero con que IU y Més conserven entre el 60-70% del voto, sacan el tercer diputado". El director del IBES advierte aún así que hoy la marea balear "está a dos puntos, dos puntos y medio del PP", con lo que esta formación seguiría siendo la primera en las islas.
El "cansancio" y la "desafección" después de "tantos meses de negociaciones fracasadas", dice Andreu Grimalt, van a afectar especialmente "al PSOE y en menor medida a Ciudadanos, porque aunque se ha visualizado que son los dos que han hecho esfuerzos para un acuerdo de gobierno, la polarización PP-Podemos les perjudica".
Para los tres analistas, el debate televisivo del lunes tiene escasa incidencia. "Fue aburrido, previsible, difícilmente hará cambiar a nadie su voto", cree el director de Gadeso. "Te puede ayudar más a descartar a quién no vas a votar en lugar de decantar la balanza a favor de alguien", apostilla Eli Gallardo. "El debate no influye en grandes números, pero puede hacerlo en pequeños. Rajoy, por ejemplo, para retener a su electorado. Y A Pablo Iglesias, para un repunte frente a Sánchez", concluye Gonzalo Adán.
