Queridos electores. Cuando hoy suene el despertador, volverán a faltar 17 días para votar y 23 para celebrar la Navidad en familia. Parece que fue ayer. Rajoy no se ha movido un milímetro en seis meses y sueña con ser reelegido presidente en funciones, mientras Pedro Sánchez se pone en manos de los guionistas de Cuéntame cómo pasó y cita a Adolfo Suárez en todos los foros, sin tener en cuenta que el camino político del líder de UCD fue el de la propia inmolación. Sin embargo para ser fieles a nuestra realidad balear repetida hay que constatar, antes de comer los turrones y enfrentarnos a la urnas, que el déjà vu electoral no es completo. Jaume Font y Mateo Isern, dos de los políticos más valorados en las encuestas preelectorales de entonces, se han bajado del escenario. Y Antoni Verger, igualmente valorado en los sondeos que hace seis meses ilustraban estas páginas tal día como hoy, ya no quiere ser el número uno en la carrera, sino el tercero en la coalición Units Podem Més, que promete ser el trampolín de la formación nacionalista si la suma de conveniencia está a la altura de sus ambiciones. Llegan voces de que el candidato del PSIB-PSOE, Ramon Socías, también ha sido descabalgado y sustituido en un proceso de renovación que ha obligado a mover dos piezas en el Consolat. Para no dar crédito. Seguiremos investigando si es la propia Francina Armengol quien se presenta de candidata disfrazada de jefe de gabinete y bajo el nombre de Pere Joan Pons.
