El fin del bipartidismo también ha llegado a la capital de la isla. La tendencia, omnipresente en casi todos los municipios de Mallorca, supone que las que hasta ahora eran las dos principales fuerzas políticas de la capital consigan su peor resultado de los últimos treinta años.

El mayor golpe se lo lleva el PSOE de Palma. La agrupación que preside la exalcaldesa Aina Calvo pierde 13.900 votos respecto a las últimas elecciones nacionales: ayer obtuvo 31.800 votos, mientras que en 2011 logró el apoyo de 45.700 electores.

Hasta la fecha, sus peores resultados de las últimas tres décadas lo obtuvieron en el año 2000 con 45.200 votos, cifra similar a la de 2011 y harto mayor que la de ayer.

En comparación a las municipales, en los que José Hila concurría como cabeza de lista, también pierden sustento. El actual alcalde logró 28.700 votos, lo que supone que ayer se ganaron 3.100 electores por la elevada participación.

Con esos resultados el centroizquierda se convierte en la tercera fuerza de la capital. Los socialistas mantienen la tendencia a la baja de las últimas elecciones, en la misma línea que el PP de Palma, que lidera el exconseller y ex delegado del Gobierno José María Rodríguez. Sin embargo, los populares son capaces de salvar los muebles y mantenerse como la primera fuerza de la ciudad.

El partido conservador obtiene sus peores resultados bajo las siglas del Partido Popular y unas cifras semejantes a la época de Alianza Popular. Alcanza 50.400 votos, mientras que en las generales de 2011 sumó 78.700 papeletas (28.300 menos). En las últimas elecciones al Congreso de los Diputados bajo la marca Alianza Popular logró 47.000 apoyos; nunca habían obtenido tan pocos sufragios desde entonces.

La comparación respecto a las últimas autonómicas es favorable para Isern, que consigue 10.000 votos más que la lista que encabezó la expresidenta del Parlament y actual portavoz de la oposición en Cort, Marga Durán.

La sorpresa de la noche fue Podemos. El voto en clave nacional convierte a la formación asamblearia en el segundo partido de la capital balear, dejando muy atrás a los socialistas y convirtiéndose en la primera fuerza de izquierdas. Los podemistas arrastran 44.500 apoyos en la capital balear en sus primeras elecciones generales. Su formación hermana en Ciutat, Som Palma, logró 22.400 votos en las pasadas municipales de mayo.

Por el contrario, Més se convierte en la quinta fuerza palmesana. Antoni Verger, líder de la formación en la capital, pincha en su propio municipio: obtiene casi los mismos votos que en las pasadas generales (10.350 frente a los 10.500 de 2011). Sin embargo, el objetivo que se plantearon los econacionalistas era mantener la tendencia de las pasadas autonómicas y municipales. Y ahí es donde Més ha fracasado y ha perdido la mitad de su apoyo en seis meses (logró casi 24.000 votos en 2015).

El Pi es la otra fuerza que se deja la mitad de votos en un semestre: logró ayer 2.250 papeletas, frente a las 5.600 de los comicios locales.

La misma tendencia sigue Unidad Popular, la marca con la que Esquerra Unida de les Illes Balears se ha presentado a las elecciones tras probar hace unos meses bajo la etiqueta de Guanyem. Los cambios de siglas y la irrupción de Podemos suponen que la formación que encabezaba el pitiuso Artur Parrón se quede en 4.300 votos, lejos de los 8.600 sufragios del 2011 y una cifra también peor que los 6.000 votos de las pasadas municipales.

Por último, Ciudadanos sube en Palma hasta el cuarto lugar (en Cort son la quinta fuerza) y obtiene 30.500 votos.