La tiranía del voto útil borra definitivamente del mapa político balear a EU, que se presentaba esta vez con la marca Unidad Popular y se despeñó como nunca: se quedaron en 11.000 votos, la mitad que hace cuatro años, relegados a un 2,3% en Balears y reducidos a solo dos diputados en España, donde su millón de votos pinta muy poco por efecto de la ley electoral que ayer pedían reformar tanto ellos como Podemos, donde recalcaban que un diputado le cuesta a Izquierda Unida 400.000 votos, frente a los 55.000 del PP.

Pero en lo que la reforma llega y no llega, IU se hunde. El candidato y líder nacional, Alberto Garzón, estará en el Congreso, respaldado por esos más de 800.000 votos que habrían bastado a Podemos para ser la segunda fuerza política del Estado. De todo ello se lamentaba Artur Parrón, de Formentera y pese a ello cabeza de la lista balear, un cambio histórico en una comunidad con las candidaturas casi siempre copadas por Mallorca. "Quiero dar las gracias a la gente que ha ayudado a publicitar una marca nueva, han hecho un esfuerzo y un trabajo extraordinarios", decía Parrón, que se mostraba sobre todo preocupado por la victoria del PP, aunque todo apunte a que Mariano Rajoy no va a gobernar. "Es una muy mala noticia para la democracia", reflexionaba, acordándose de la corrupción que ha marcado casi cada semana de la última legislatura, y casi siempre ligada a las siglas del PP.

El desplome de EU-Unidad Popular en Balears contrasta además con los buenos resultados logrados por el partido en las comunidades en las que se ha presentado de la mano de Podemos, ya sea con las mareas gallegas, con Compromís en Valencia o con la candidatura común de Cataluña. En Balears la opción elegida por Podemos, que excluyó a Més por el lado nacionalista y a EU por el lado de la izquierda más marcada, privó a los de Pablo Iglesias de 44.000 votos, suficientes como para haber logrado hacer historia desbancando al PP de la primera posición balear y apuntándose un escaño más.