Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Sobre ascuas

Siete personajes en busca de corbata

Siete personajes en busca de corbata

El juego se llama "Adivina quién es el candidato de Podemos". Porque la ortodoxia se harta de criticar al partido de Pablo Iglesias, pero los seis candidatos al Congreso por Balears se presentaron al debate de cierre de campaña sin nudo al cuello. Siete personajes en busca de corbata, incluyendo al moderador. Hace solo una década, al menos tres hubieran lucido el aditamento de los gentilhombres.

La hegemonía estilística de Podemos se complica con la volubilidad de los votantes. Han multiplicado la población de los debates electorales, por su recién adquirida obsesión de desperdigar su sufragio entre media docena de formaciones. Hace cuatro años hubiera habido solo dos participantes en la tertulia de anoche, y todavía habría sobrado uno.

La liga de los sin corbata son buena gente. A todos ellos conseguirías venderles un coche usado. De hecho, pensaban acabar la ronda de debates sin rasguños. Había un riesgo insignificante de que un candidato tildara a otro de indecente. Para desgracia de todos ellos, Pedro Sánchez incendió la campaña al definir la colusión de Rajoy con la corrupción enfrente del presidente del Gobierno. Igual que todos los niños gambetean como Messi, los candidatos regionales han tenido que fingir indignaciones, tan poco mallorquinas.

A excepción del impasible Fernando Navarro, por supuesto, que cumple a la perfección su papel de no eclipsar a Albert Rivera. Sin embargo, ni su quietismo nos permite olvidar que Ciudadanos ha venido a castigarnos. El exgerente del hospital de Inca necesita quince minutos para transmitir un mensaje que ocupa quince segundos a Jaume Font. Claro que alguien añadirá que el líder del PI no se juega nada, lo cual concede una notable libertad de acción. Solo ocupa un puesto en la fase previa para recordarle al Pacto de Progreso III que más pronto que tarde necesitará sus tres diputados para coronar la legislatura.

Mateo Isern no fue diseñado para el discurso, sino para la confidencia. Si no quieres votarle, aléjate más de tres metros, o te atrapará su campo magnético. Comparte victimismo con Ramon Socias, porque sus partidos tienen el estigma de haber gobernado. El médico socialista domina la transición, aunque en una entrevista ha fechado en 1993 la pinza de Anguita en 1996. Y no está claro que la ironía se transmita en los medios audiovisuales o en los debates de candidatos.

Antoni Verger estaba cariacontecido, soñando con haber engrosado una lista con Podemos. Entona que "mi trabajo será...", necesita reafirmarse. Desde el partido que ha obligado a los candidatos a no llevar corbata, no es tanto que Yllanes actúe todavía con la soberbia implícita en un juez, sino que sus rivales le reconocen la magistratura. El hombre institucional de Pablo Iglesias animaría hasta una fiesta de mallorquines. En suma, candidatos para todas las estaciones y para todos los públicos, estaban más preocupados por saber dónde iban a cenar que por el cambio climático. Y no lo disimularon. La batalla está en otra parte, el lunes amanecerán a un país distinto.

Compartir el artículo

stats