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Opinión

La encuesta del CIS: ¡Vade retro!

La encuesta del CIS: ¡Vade retro!

El primer día de campaña electoral, ¡mira por donde!, se les aguó la fiesta a muchos candidatos especialmente de los partidos que no salieron beneficiados en la macroencuesta del CIS. Los Populares, hipermotivados por ser el partido más votado (28,6%). A distancia significativa los incrédulos Sociatas (20,8%).Los Ciudadanos(19,%) siguen entusiasmados por su permanente ascenso que incluso podría amenazar la segunda plaza de los socialistas. Mientras los Podemistas (9,1%), siguen anclados en su optimismo a pesar de verse bloqueados en su intención de voto. Pero, dicho lo cual, lo cierto es que tal como reflejan todas las encuestas publicadas hasta ahora, se están vislumbrando y consolidando ciertas tendencias electorales y posibles perspectivas de mayorías, de gobierno y de pactos.

1ª El bipartismo aunque no haya muerto ha recibido una mortífera estocada. Las mayorías absolutas son impensables, lo que conduce inevitablemente a ejercitarse en la cultura democrática del pacto, practica habitual en nuestro entorno europeo que no tiene porqué suponer inestabilidad política.

2º El Partido Popular se consolida como partido más votado con un 26% de votos, según la media de las cinco encuestas más relevantes a nivel nacional, pero a años luz de la mayoría absoluta. Su única posibilidad de gobernar es un pacto con Ciudadanos.

3º Ciudadanos repite, on ocasión y sin ella, que si no son los más votados no van a gobernar ni con Rajoy ni con Sánchez. Pero sí cabe la posibilidad de un pacto de investidura tal como se ha hecho con los socialistas en Andalucía y con los populares en Madrid. Pero lo más probable es que dicho pacto sea con los populares, sobretodo si se confirma que el PP es el partido más votado, sin pasar por alto las "presiones" que sufrirá Rivera de los poderes "fácticos" que hoy ya le apoyan de modo evidente. Si el C,s superara en votos y escaños al Psoe su capacidad de presión sobre los populares aumentaría

4º Los socialistas es muy probable que se consoliden en la segunda posición con un voto entorno al 22% (media de las encuestas publicadas), no siendo su diferencia con el PP tan abultada como refleja el CIS. Un pacto Psoe/C,s. resulta muy improbable. Podría merecer consideración si los socialistas superaran en votos y escaños a los populares y fueran el partido más votado, circunstancia de casi imposible cumplimiento. La posibilidad teórica aumentaría si Ciudadanos ocupara el segundo lugar superando a los socialistas, pero en tal caso lo probable es que C,s exigiera la Presidencia, propuesta de dificilísima aceptación no sólo por los dirigentes socialistas sino también y principalmente por sus militantes, simpatizantes, y parte de sus votantes. Algunos de los entonos de IU y también de Podemos intuyen la posibilidad de una coalición PSOE-Podemos-IU siguiendo el ejemplo portugués. Tal alternativa es matemática y políticamente imposible en nuestros lares.

5º Podemos es probable que supere la baja intención de voto reflejada por el CIS, pero se antoja poco probable que recupere los elevados índices de hace seis meses. Si así sucede su capacidad de articular una mayoría o de condicionar en positivo o negativo la formación del gobierno, son casi nulas.

Dicho lo cual el futuro no está inevitablemente escrito. El primer factor es la inestabilidad que se concreta en un número muy relevante de personas que afirman no tener aún su voto decidido y en las «dudas» que tienen estos electores entre las distintas formaciones que se presentan a los comicios.

El porcentaje de indecisos y el mayor abanico de opciones políticas confirman la volatilidad del voto. El segundo factor es la relevancia o no que puede tener la campaña electoral dado que una parte significativa de los votantes está retrasando su decisión sobre qué papeleta depositará en la urna el próximo día 20.

Los actos, declaraciones y apariciones de los principales candidatos seguramente no serán elementos decisivos, pero pueden tener mucha más relevancia que en pasadas convocatorias, y no se pueden despreciar los efectos (positivos o negativos) de los debates electorales y de las entrevistas que se están desarrollando en esta larga campaña electoral.

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