El acto central de campaña de El PI, celebrado anoche en el Trui Teatre, se convirtió en la mejor carta de presentación en Palma de la formación regionalista. Pero fue también mucho más, dada la afluencia de 1.500 personas que desbordaron la capacidad del aforo: una demostración de fuerza que ni los propios dirigentes de la formación esperaban, aunque desplazaron a dirigentes, candidatos y simpatizantes de todos los municipios de la isla e incluso de Eivissa y Menorca para que aquello fuera una olla a presión.

Emocionado por tanta respuesta, Jaume Font subió al escenario envalentonado, sudando la gota gorda ya antes de empezar su parlamento. "Això són les nostres enquestes", gritó al micrófono entre un delirio de aplausos. Pero el candidato a la presidencia del Govern por El PI quiso dedicar también unas palabras a quien pudiera estar escuchándole por primera vez. "Nuestra fuerza, la de nuestro partido, es una fuerza moderada, tranquila y equilibrada, que busca el diálogo. Venimos de cuatro años de oscuridad, pero yo os digo que hay esperanza. La forma de hacer política ha cambiado", argumentó. "El jueves estuvo en Palma Mariano Rajoy y dijo que hará lo que no ha hecho en cuatro años. Pero ya no se puede engañar más a la gente", advirtió. "Ahora nosotros queremos las herramientas para cambiar las cosas. Para dar apoyo a una facultad de Medicina o para que los jóvenes no tengan que abandonar nuestra tierra para trabajar ante las falta de oportunidades existente. También para que los abuelos no dejen de ver a sus nietos y puedan reunirse las familias los domingos como habían hecho siempre hasta ahora", señaló buscando la parte más emotiva de la entregada parroquia. En Madrid ya pueden prepararse", advirtió con humor avanzando con palabras gráficas el tono reivindicativo del partido frente al Gobierno. "Queremos igualdad, una financiación más justa, una sanidad mejor dotada y que los mallorquines, menorquines e ibicencos no tengan que pagar 12o euros simplemente para regresar a sus casas. Esta noche -dijo mirando al auditorio- me gustaría hablar de cosas realmente importantes, de los amigos, el bienestar, la familia, la educación, la sanidad y la igualdad de oportunidades. Una de los principios básicos de las primeras constituciones de los siglos XVIII y XIX era garantizar el derecho a la felicidad de las personas. Y esta también es la razón de ser de El PI", concluyó.

Los 41 cabezas de lista fueron llamados al escenario entre el delirio de la parroquia, que aplaudía a los candidatos de cada pueblo. La que más ovaciones se llevó fue Xisca Mora, alcaldesa de Porreres.

Antoni Pastor, candidato al Consell de Mallorca, lamentó que en los últimos cuatro años la institución insular se haya convertido en un instrumento "puramente decorativo". María Salom "ha disfrutado de unas vacaciones pagadas por todos y ahora dicen que van per feina, cuando ya es demasiado tarde", aseguró Pastor, que prometió convertir la institución en el auténtico "ayuntamiento de Mallorca", completando el traspaso de competencias que marca el Estatut".

Por su parte, Josep Melià, número 3 al Parlament, reivindicó la fuerza que El PI puede aportar a la política balear. "Hace más de treinta años que representamos un papel secundario en el mapa político español. Y para eso es necesario El PI, para dar voz a las reivindicaciones que PP y PSOE han dejado aparcadas en un cajón a lo largo del tiempo", afirmó.