Tras descartar in extremis al principio de la legislatura el cierre de los hospitales General y Joan March, ahora el PP promete más plazas sociosanitarias en el hospital de Son Dureta, que tras su reforma se convertirá en hospital de media estancia, residencia y centro de salud.

Así lo explicó ayer José Ramon Bauzá durante la presentación del programa sanitario del PP, acto en el que prometió remodelar varios de los edificios del complejo que alberga el viejo hospital de Son Dureta para montar un hospital de media estancia, una residencia sociosanitaria y un nuevo centro de salud "para atender a la población de sa Teulera y Son Armadans". Asimismo dijo que el complejo permitirá centralizar dependencias de la conselleria de Salud que en la actualidad están dispersas y por las que el Govern paga un alquiler.

También el antiguo hospital de Can Misses de Eivissa se convertirá en un centro sociosanitario, de la misma manera que se incrementarán los recursos para los ancianos en el Mateu Orfila de Menorca y en el centro geriátrico de Santa Rita de Ciutadella.

Bauzá se comprometió asimismo a desarrollar un nuevo plan de salud mental para la comunidad autónoma, a poner en marcha los trasplantes hepáticos en Son Espases así como una unidad específica para el seguimiento de los pacientes trasplantados. También abogó por potenciar la atención domiciliaria creando unidades específicas para ello en todos los hospitales públicos de las islas.

El candidato popular presentó su programa sanitario en la sede de la ONCE de Palma y estuvo arropado por todo el equipo directivo de la conselleria de Salud, pese a que ya es público que muchos de ellos no continuarán y pese a que la labor del conseller Sansaloni fue alabada por alguno de los asistentes al acto.

Sí respondió afirmativamente el president tras el acto al mantenimiento de Víctor Ribot como gerente de Son Espases (recientemente, todos los jefes de servicio de Son Espases han reclamado públicamente que continúe) en caso de las urnas lo permitan. "Y como ganaremos, le puedo adelantar que Ribot continuará", se ufanó.

Más tibio se mostró con la posibilidad de montar una facultad de Medicina pública, otra de las reivindicaciones unánimes del sector, proyecto con el que solo se comprometió en caso de que se trate de un centro de excelencia con capacidad de perdurar en el tiempo, condicionó. También anunció que un nuevo e hipotético Govern presidido por él mantendría las subvenciones a la Fundación Kovacs así como los conciertos que la sanidad pública mantiene con esta organización que aborda el dolor de espalda con unos tratamientos de grapas. Para justificar el mantenimiento de estas terapias sin evidencia científica que hoy en día solo ofrecen los servicios de salud de Asturias y algún centro sanitario de Cataluña, Bauzá se limitó a alegar que los gobiernos de Matas y Antich ya las ofrecían.

Por último, ante un auditorio en el que no faltó casi nadie de la sanidad pública y privada de las islas, el president sí se comprometió con Miguel Lázaro, representante del Sindicato Médico, a consolidar el complemento salarial conocido como carrera profesional que perciben los empleados del Servei de Salut.