"Hola, buenos días ¿Conoce a este señor?" El periodista aborda a una usuaria del tren Palma-Manacor, que alza la vista hacia el hombre que le acompaña. "Pues no, no sé quién es", responde la viajera. Entonces el interlocutor desconocido se presenta: "¿Qué tal? Yo soy Biel, Biel Barceló".
El candidato de Més a presidir el próximo Govern se presta a participar en un reportaje para que los candidatos de los principales partidos baleares interactúen con absoluta improvisación con los ciudadanos y estos opinen sobre política ante la inminencia electoral.
Diario de Mallorca viaja con Barceló desde Palma a Inca. El miércoles 29 nos subimos en el tren de las 12.15 en la estación intermodal de la plaza de España. Ya dentro de los vagones cuesta un poco romper el hielo, pero lejos de intimidarse por la posible reacción de la gente, es el propio político quien terminará por dar el primer paso.
En su paseo Barceló interpela a una vecina de Inca. Tampoco le conoce. Es de nacionalidad ecuatoriana y no entiende el mallorquín. El político se pasa al castellano -"hola, soy Gabriel, me presento a las elecciones"-, y le explica brevemente cuál es su partido y que también se presenta en Inca. A su lado se sienta una joven. Barceló intercambia un "¿qué tal?" con ella: "Yo soy del PSOE de Felanitx", le responde algo tímida.
"¿Buscáis votos?", espeta bien alto un jubilado que ha reconocido a Barceló por el pasillo. Por su tono, podría parecer que se trata de un votante conservador y se avecinan discrepancias, pero el líder econacionalista no se amilana: "No, es que estamos haciendo un reportaje". El pasajero se llama Jordi y es de Maria de la Salut. Se da la mano con Barceló y desmonta presto los esterotipos: "Si queréis mi voto, tenéis que prometer una ecotasa a los hoteleros. Si no ¡fuera!", remata con un movimiento de mano. Barceló se pone a reír, "eso está hecho". Delante de ellos se sienta una vecina de es Pil·larí (Palma); también conoce a Barceló, que bromea con ella: "Allí siempre gana el PP, en toda esa zona, es Pil·larí, s´Aranjassa..." Ella asiente, risueña.
Las conversaciones continúan, y surgen otros problemas colectivos: la corrupción, los recortes, los bajos salarios... Barceló conoce de primera mano la situación de Catalina Cladera, una veinteañera de Manacor que acaba de terminar los estudios de maestra y ve difícil su futuro laboral. "¿Por qué los partidos os pincháis tanto en campaña los unos a los otros?", le expresa su queja la joven. "Veo que no nos sigues, nosotros siempre hacemos propuestas en positivo", responde entre risas el político. "En general pasa", tercia Aina Maria Artigues, la madre de Catalina. "Eso es verdad", asevera el candidato de Més.
En los asientos contiguos viajan dos estudiantes también manacorins, de Economía y Administración y dirección de empresas (ADE). Saben quién es Barceló y le expresan su hartazgo por la corrupción imperante; también reclaman una mayor conexión entre la calle y los políticos. Los dos rechazan dar su nombre y salir en las fotos. A su lado, Pilar, otra joven de Manacor, se identifica como votante "alguna vez" de Més. Como la mayoría de la docena de encuestados, dice estar indecisa. "Lo decidiré en el último momento", es la frase que más ha escuchado Barceló tanto a la ida como a la vuelta. Eso sí, todos los consultados afirman que el 24-M irán a votar, y salvo unos pocos que no se mojan, la mayoría deja claro que lo hará "para que haya un cambio".
