El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, cree que el no del PSOE a la investidura de Rajoy debe ser "un no claro ahora y en un futuro inmediato, porque nunca hay nada definitivo en la vida", y que su partido tiene la "obligación de encabezar la oposición y construir una alternativa".

García-Page, que como vienen haciendo desde el martes todos los "barones" socialistas se ha reunido hoy con el líder del PSOE, Pedro Sánchez, para trasladarle su posición de cara al Comité Federal de mañana, ha opinado que los socialistas no pueden "buscar el poder a cualquier precio, ni esperar a que Rajoy se estrelle" para intentar otra vez formar con gobierno con Podemos y Ciudadanos.

"El PSOE no actúa ni con acosos ni con complejos ni va a regalar a nadie ser la alternativa", ha dicho el dirigente socialista a la salida de la reunión, tras advertir al PP de que ni Sánchez ni el PSOE se sienten "acosados" por su estrategia de presionarles para que se abstengan en la investidura de Rajoy y de que el "acoso es el peor camino para trazar la vía del consenso en el país".

A diferencia de otros dirigentes territoriales que animan a Sánchez a intentar formar gobierno, si Rajoy fracasa, Page se ha mostrado contrario a esa opción y ha apelado a la "coherencia" y a "mantener la resolución" que aprobó en diciembre el Comité Federal, que impedía al PSOE apoyar al PP y negociar con los independentistas con cualquier planteamiento de soberanismo político.

Ha recordado que, "si las cuentas fueron difíciles en diciembre, ahora son mas" difíciles todavía y que los tres partidos que lo intentaron, PSOE, Ciudadanos y Podemos, han "perdido votos".

Tras subrayar que el PSOE "tiene que ser serio y no hacer teatro ni filibusterismo" político, ha insistido en que la obligación de Sánchez en este momento "no es solo irse a la oposición, sino encabezarla".

Aunque ha asegurado no haber hablado con el secretario general de la posibilidad de hacer una consulta a los militantes, ha defendido que en todo caso "se puede consultar sobre una posición tomada", como hizo Sánchez cuando consultó en febrero su pacto con Ciudadanos, pero "no en barbecho", porque las consecuencias pueden ser como las del "brexit" en el Reino Unido.

Ha apuntado que él tampoco ve viable un "modelo de partido tipo test" y que además "no hay que buscar esconderse tras los militantes, sino decir claramente" lo que se piensa.

Sobre la posibilidad de la "abstención mínima" de un puñado de diputados socialistas si Rajoy los necesita para sacar adelante su investidura en el último momento, apuntada hace días por el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, ha asegurado que él "no la contempla" y ha hecho hincapié en que con la abstención el PSOE perdería "credibilidad" y daría un "balón de oxígeno" a Podemos.

Además, ha advertido de que eso sería "pan para hoy y hambre para mañana", porque el PSOE no apoyaría las grandes decisiones económicas que está llamado a tomar Rajoy nada más formar gobierno.

Por eso, ha incidido en que el líder del PP está cometiendo un "error" al "instalarse en la vía cómoda de pedir que el PSOE haga de monaguillo de su gobierno" y le ha pedido que "abandone el juego de la comodidad y busque consenso con los que tiene afinidad ideológica".

Tras explicar que él en su comunidad hubiera preferido irse de la política antes que apoyar a Cospedal como presidenta, ha avisado a los populares de que, "si pretenden estirar mucho el chicle", deben saber que los socialistas están "acostumbrados a resistir maniobras de acoso".

Para Page, la posición "coherente" del PSOE consigo mismo y con sus votantes es obligar a Rajoy a "llegar a acuerdos para una razonable estabilidad" del país y adoptar decisiones que "deben ser siempre responsables y explicables".