El candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, acusó este lunes al candidato del PP, Mariano Rajoy, de no ser "una persona decente" por los casos de corrupción que han afectado a su partido, una acusación que el jefe del Ejecutivo ha denunciado como "ruin, mezquina y deleznable".

Los dos candidatos protagonizaron un agrio enfrentamiento en el tercer bloque del debate que ha organizado la Academia de la Televisión. El punto de partida era la reforma de la Constitución, pero derivó rápidamente hacia la corrupción y sus consecuencias en esta legislatura, con constantes interrupciones y un tono de voz que se iba elevando en ambos candidatos.

El punto álgido fue la afirmación de Sánchez de que Rajoy no es una "persona decente", lo que provocó la indignación del presidente del Gobierno. "Hasta ahí hemos llegado", le cortó Rajoy. "Es una afirmación ruin, mezquina y miserable", calificativos que repitió en varias ocasiones, hasta advertir a Sánchez de que esta sentencia le va a "perseguir toda su vida". "Si está usted desesperado por la situación le ruego que use otro tipo de argumentos. No le puedo aceptar esto".

El dirigente socialista había aludido ya desde el arranque del debate al llamado 'caso Gürtel' y había citado al extesorero del PP Luis Bárcenas nada más comenzar, pero recrudeció el tono y las palabras elegidas hasta decirle al presidente que no es una "persona decente", que debió dimitir tras explotar ese caso de corrupción y conocerse el SMS que le envió a Bárcenas, el famoso 'Luis, sé fuerte'.

Y le acusó de mentir y de permitir que lo hiciera María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP, sobre el despido de Bárcenas; de haber permitido también que se "destruyera a martillazos" el ordenador del extesorero en la sede nacional del PP en Madrid, "rehabilitada con dinero de la caja B", y de haberse ido de vacaciones en 2004 "pagadas por la empresa de Correa", el cabecilla del 'caso Gürtel'.

Sánchez siguió elevando el tono y su postura sobre la mesa que le separaba de Rajoy. Y advirtió de que, si los españoles deciden con su voto que el líder del PP siga en La Moncloa, eso tendrá un "coste" para la democracia y las instituciones españoles. "Porque el presidente del Gobierno tiene que ser una persona decente y usted no lo es", remachó.

"No se lo voy a permitir", le respondió Rajoy, que le advertió a Pedro Sánchez que podrá perder las elecciones y superar esa derrota, pero no las palabras que había pronunciado. "De lo que no se puede recuperar es de la afirmación ruin, mezquina y miserable que ha hecho hoy aquí", le ha dicho, para advertirle aún más: "Le va a perseguir toda su vida". Y le ha instado a Sánchez a acudir a los tribunales si tiene algo que denunciar. "Lléveme al juzgado", le retó.

El presidente defendió que tiene el expediente limpio como político -"como mínimo como usted"- y que en su trayectoria desde una concejalía gallega hasta la presidencia del Gobierno nunca le ha citado un juez. "Ni me acusó nadie de apropiarme nada", ha agregado. "Soy un político honrado", sentenció de nuevo.

Sueldos y sobresueldos

El enfrentamiento entre ambos continuó al comparar Pedro Sánchez su sueldo actual como líder de la oposición, de 88.000 euros brutos anuales, con los 240.000 euros que recibía Rajoy "entre sueldos y sobresueldos" cuando ocupaba ese mismo puesto en la pasada legislatura.

"Yo no estoy en política para ganar dinero, lo siento mucho", le replicó un molesto Mariano Rajoy, que negó haber recibido un sobresueldo "nunca" y que ha reiterado una vez más que es "un político honrado".

"No se lo voy a aceptar. Si está desesperado por la situación le ruego que use otro tipo de argumentos. No le puedo aceptar esto", ha añadido tajante mirando a Pedro Sánchez, quien a su vez le respondió: "Lo siento mucho, pero tendrá que escucharlo, es lo que piensa la mayoría de los españoles".

El moderador trató de recondudir el debate hacia el tema inicial, las reformas institucionales y también la situación de Cataluña. Pedro Sánchez admitió la importancia de este asunto, pero volvió a la carga y señaló que la segunda preocupación de los españoles es la corrupción, "que ha crecido exponencialmente" con Rajoy como presidente del Gobierno.

Bárcenas, presente

Rajoy defendió en ese momento las leyes que su gobierno ha aprobado en esta legislatura contra la corrupción, el refuerzo de la Agencia Tributaria o la reciente oficina de recuperación del dinero defraudado en casos de corrupción.

Y a propósito de esta oficina, recordó de nuevo Sánchez al extesorero del PP. "¿Bárcenas ha devuelto lo robado? Primera noticia. ¿Ha devuelto los 40 millones que tiene en Suiza?", le ha preguntado al presidente, que por primera vez en todo el debate respondió directamente a un comentario sobre Luis Bárcenas: "Todavía no ha sido juzgado ni condenado".

"Pero diga si lo ha devuelto", insistió el secretario general del PSOE. "Si de mi depende, lo va a devolver. ¿Usted ha devuelto lo de los ERE?", ha sido la réplica del presidente, a lo que Pedro Sánchez le dijo: "Usted no es libre. No es un presidente libre. Es prisionero de los papeles de Bárcenas".

Rajoy tomó la palabra y ya por última vez, para defender una vez más su honradez -"soy un hombre honrado"- y dejar claro que la corrupción ha sido para él "un tema muy duro", pero que ha apartado del PP "a todos los que cometieron actos que no debieron cometer". "Yo los puse en la calle", dijo.

Debate económico

En clave económica, el rescate a la banca y la recuperación económica centraron buena parte de la discusión en la que, como es lógico, ha habido pocos puntos de acuerdo.

Para Sánchez, el PP "presume mucho" de tasas de crecimiento pero a su juicio, la mayor parte es fruto de los "vientos favorables" de fuera, como la bajada del precio del petróleo, la compra de deuda pública por parte del BCE o la depreciación del euro, mientras los españoles sufren recortes y aumenta la desigualdad.

Rajoy le afeó al líder socialista que intente pintar una "España tenebrosa" que no existe olvidándose de los años del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, y obviando que parte de la banca española estaba quebrada, precisamente, por la falta de control del PSOE.

"No hay ningún país del mundo que deje hundir a su sector financiero", le recriminó el presidente del Gobierno, que negó, como denuncia Sánchez, que el rescate a la banca haya supuesto un rescate de toda la economía española.

Continuar por la senda del crecimiento y de la recuperación económica es la promesa electoral de Rajoy, que finalizó el debate apelando a la estabilidad, la seguridad y la certidumbre de un PP en el Gobierno.