Menudo lío se armó ayer por la mañana en la calle Sant Miquel de Palma. Dos partidos antagonistas de por sí, PP y Partido Animalista, coincidieron en el mismo emplazamiento para instalar sus estands para captar los votos de los ciudadanos de cara a las próximas elecciones generales. Eso sí, los dos tenían permiso municipal para ubicar sus expositores en el mismo lugar, frente a la iglesia de Sant Miquel, pero antes de alcanzar la paz y lograr convivir en el mismo sitio, hubo gritos, insultos y momentos de mucha tensión. Todo ello alimentado por los propios transeúntes que se unieron a la riña, unos intentando mediar y otros recriminando al voluntario del Partido Animalista (Pacma) que fuera un "antitaurino cuando esto es España". Fue gracias a la presencia de dos agentes de la Policía Local de Palma cuando los ánimos se calmaron y cada uno convivió en el mismo espacio haciendo su trabajo.

Y si ambas formaciones son contrarias por naturaleza, las versiones de los implicados en el rifirrafe siguen la misma postura antagónica. Los primeros en llegar fueron los voluntarios del Partido Popular. José Luis Godoy relató que sobre las diez de la mañana empezaron a instalar su expositor con los sobres, los programas electorales, caramelos y bolígrafos frente a la iglesia de Sant Miquel. Media hora más tarde, prosiguió, llegó el voluntario del Partido Animalista y se colocó "encima de nosotros". "Tropecé con su panel", apuntó Godoy, quien le pidió que "por ética" se alejara un poco. Al no atender a su petición, el voluntario popular admitió que ya se lo pidió de "manera más dura".

La otra versión de los hechos corresponde a Juan Codina, voluntario de Partido Animalista. Según sus palabras, llegó al emplazamiento sobre las 10.30 horas y cuando vio que ya estaba ocupado se ubicó a poco más de un metro de distancia ya que su permiso municipal le autorizaba a montar su expositor frente a la iglesia. Y así lo hizo. Contó que el voluntario del PP se dirigió a él "de malos modos exigiendo que me colocara a diez metros". "Les dije que tenía permiso y siempre les traté con máximo respeto, sin gritarles pero el hombre de rojo (refiriéndose a Godoy) se puso muy nervioso con una actitud chulesca y se formó un tumulto de gente", relató. Codina aseguró que le amenazaron con llamar a la Policía y al coordinador de campaña del PP. Ante estas advertencias, el representante del partido en defensa de los animales se mantuvo "firme" porque contaba con un permiso y les recordó que su único medio para hacer campaña era "esta mesa" mientras que el PP cuenta con anuncios en prensa, vallas publicitarias, autocares... "Yo no os quitaré votos", espetó Codina a los populares.

Codina reconoció que lo pasó mal porque estaba solo mientras que los voluntarios del PP eran dos y "se crecieron" al contar con el respaldo de algunos ciudadanos, que "me insultaron". Se montó un buen tumulto. "Yo no insulté ni les grité, simplemente les pedía civismo y convivencia que para esto está la democracia", señaló. Pero precisamente este pacifismo sacó de sus casillas al militante popular: "Ellos provocan pero en silencio", admitió Godoy.

Al final, los agentes municipales tuvieron que intermediar en la riña. Se personaron dos policías y comprobaron que ambas formaciones políticas contaban con sus respectivos permisos para instalar un expositor y pedir el voto a los ciudadanos que paseaban por la calle Sant Miquel. Codina admitió que no se movió de su sitio inicial mientras que los populares contaron que cuando acudió la Policía, el del Partido Animalista se alejó un metro del expositor popular. Sea como sea y como dice el dicho tras la tormenta llegó la calma. "Había sitio suficiente para los dos y hemos quedado tan amigos", resumió Godoy mientras atendía a los ciudadanos que se acercaban al estand para recoger los sobres y los programas del PP. A un metro de distancia, el Partido Animalista hacía la misma faena con sus seguidores.