­El negocio de las infraestructuras en red están cambiando. Las redes, los servidores, el almacenamiento de las empresas... parece que todo se ha encaminado hacia un único destino: la nube. Y la mayoría de empresas se están lanzando hacia ese sistema sencillo, simple y funcional sin tener en cuenta los peligros que puede haber detrás.

No cabe duda de que los sistemas basados en la nube tienen enormes ventajas, pero conviene analizar qué tipo de nube es más útil para cada tipo de empresa.

Joan Duran es socio fundador de BarraITe, una de las empresas con más experiencia en el sector TIC de Balears y expertos en asesoramiento e infraestructuras. Duran tiene claro que "el modelo de negocio está cambiando, y todo lo que lleve la palabra ´cloud´ es lo que funciona". Pero no todo son parabienes en el entorno de la nube.

El montaje de infraestructuras on premise, es decir en la ´casa´ de la empresa, es un tipo de instalación que va a menos debido al empuje de los sistemas en la nube, aunque también conviene tener claro que al trabajar sobre un servicio externo "la infraestructura queda en manos de otra persona, de terceros" afirma Joan Duran.

La mejora de las redes de fibra ha provocado que los servicios en la nube aumenten exponencialmente, aunque conviene analizar si es rentable o no para una pyme. Según Jaime Homar, "los grandes servicios cloud no encajan para la mayoría de pymes de Mallorca". "El mayor problema es que si dejas de pagar, tus datos se cortan" añade Duran.

"Lo importante es dircernir entre las ventajas y los riesgos de llevarlo todo a la nube y analizar diferentes opciones" comenta Rosa Domingo sobre lo que debería hacer una pyme antes de contratar un servicio en la nube. Uno de los principales problemas son los ataques y las caídas del servicio. Otro, que desde la nube se puede controlar a los clientes, con lo que el negocio es doble: se cobra por los servicios y se aprovecha el gran volumen de datos generados para venderlo a terceros.

Para muchas pymes la solución más acertada es quizás una nube híbrida -parte de la infraestructura está en la nube, y parte en servidores locales-. Otra opción es la nube privada, un sistema propio, en la casa del cliente, que permite su utilización como si se tratara de una nube al uso.