—Acláreme una cosa: ¿Es PortAventuraWorld un parque de atracciones o un parque temático?

—Permítanme puntualizar que cuando nos referimos a nuestro negocio, ya no debemos describirlo como un gran parque temático. A parte de PortAventura Park, los parques Caribe Aquatic Park y Ferrari Land, los 5 hoteles temáticos y el Centro de Convenciones han convertido a PortAventura World en un destino turístico de primer nivel.

—La transformación digital está afectando a todas las industrias, pero ¿cómo afecta exactamente a un destino como el suyo?

—Por un lado, si partimos de la definición más académica del concepto de ‘Transformación Digital’, podríamos enunciarla como “La oportunidad estratégica de incorporar nuevas tecnologías, pero sobre todo nuevas lógicas, para que el negocio sea más eficiente y permita alcanzar nuevas éxitos”. Para resumirlo: puedes ser más productivo aplicando innovación. Por otro lado, estas oportunidades de éxito pueden aparecer en cualquier ámbito y pueden afectar a cualquiera de nuestras partes interesadas. Esa afectación que pueden tener nuestros huéspedes, nuestros empleados, nuestra comunidad, nuestros socios, nuestros accionistas, etc. es francamente difícil de medir, pero sí que se podrían citar algunos ejemplos.

—¿A qué se refiere exactamente?

—En el caso de los clientes, por ejemplo, poner a disposición de este toda la información y facilidades para que pueda aprovechar al máximo su estancia a través de su smartphone -wifi gratuito, app con información ordenada de todo el complejo, posibilidad de pagar con el dispositivo, reservar un restaurante a la carta, guardar su entrada en la cartera digital, obtener información en línea de horarios de espectáculos más cercanos a su localización en tiempo real, …-. Otro ejemplo, en el caso de los empleados, sería el hecho de dotarles de movilidad para poder realizar trabajos de manera directa y en línea que anteriormente requerían de trámites administrativos posteriores, como mediciones de calidad de aguas del recinto, checklist de mantenimiento de atracciones, registros de asistencia u otro tipos de procesos.

—¿Cuál ha sido el reto más difícil que han afrontado en esa transformación digital?

—En mi opinión, el reto más difícil de la transformación digital es la gestión del cambio. Hay que tener en cuenta que nuestra compañía es como una pequeña ciudad, donde hay casi 3.000 habitantes -empleados- en temporada alta, donde cada uno se dedica a lo suyo.

No fue tarea baladí decirles a según qué mozos de almacén que deberían retirar sus listado en papel, y que a partir de cierto momento, tendrían que escuchar y obedecer a las órdenes que le dictaría un “aparato” con el que deberían hablar para recoger los materiales del almacén y completar un pedido. Tampoco fue fácil comunicar a ciertos mandos intermedios que a las facturas de sus compras seguirían un flujo automático de aprobación y que cuando les llegaran por correo electrónico digitalizadas, las podrían consultar y las podrían aprobar con sólo un clic.

La formación y el mensaje son factores clave. Con independencia del perfil, hay que hacer partícipes a los trabajadores para que el proyecto lo sientan suyo y para que vean claro que el beneficio que les puede aportar es fundamental para el éxito del mismo.

—¿Queda algún resto de romanticismo analógico entre tanta tecnología en su complejo?

—Un pilar de identidad de nuestro resort es la tematización. Se cuida con muchísimo esmero el mínimo detalle. De hecho, PortAventuraWorld está construido sobre una pequeña cima, y nuestros visitantes no pueden ver elementos que distorsionen o rompan el ambiente del mundo temático donde se encuentran, ya sean edificios u otros elementos. Parte de ese romanticismo también se tiene en cuenta en proyectos de transformación que puedan impactar en esa imagen que se quiere cuidar. Por poner un ejemplo, las máquinas de venta desatendida de ciertos restaurantes se camuflan dentro de armarios tematizados, de manera que el cliente sólo ve la pantalla de diálogo, la ranura para insertar su tarjeta de crédito y el orificio por donde saldrá el recibo de su compra.

—¿Hacia dónde cree que evolucionará el sector de los grandes parques de atracciones?

—Es muy difícil pronosticar dónde nos encontraremos dentro de 10 años, y más teniendo en cuenta que esta “cuarta revolución industrial” acaba prácticamente de nacer. No soy amante de hacer pronósticos, pero está claro que hay que seguir pisando el acelerador para innovar y adecuar los servicios a las nuevas generaciones de clientes, apropiados a su patrón de comportamiento y consumo.

—¿Cree que la realidad virtual se implantará también en su industria?

—Creo que sin ninguna duda. De hecho las nuevas innovaciones de atracciones de realidad virtual ya son un hecho. El caso de Oriental Science Fiction Valley, en China, es un parque que está a punto de inaugurarse y se comenta que aparte de subirte y abrocharte el cinturón, debes ponerte un casco de realidad virtual antes de comenzar a disfrutar.

— ¿Y la realidad aumentada?

—También es un hecho. En la última visita de nuestro equipo de Desarrollo a la IAAPA -International Association of Amusement Parks and Attractions- del pasado mes de noviembre en Orlando, ya pudieron experimentar en vivo alguna atracción -todavía en desarrollo- de estas características.