Un buen amigo, dedicado a la educación de jóvenes, me explicaba una ejemplar historia de como ayuda a sus alumnos de escalada.

Un joven, de quince años, fuerte, lanzado, seguro de si mismo, amante de la montaña, estaba escalando. De repente se encontró inseguro ante el siguiente paso, no encontraba el primer apoyo, le sudaban las manos, le rodeo la inseguridad. Lo intentaba, pero resbalaba. Mi amigo callado desde el suelo lo miraba dejando que su alumno buscara soluciones o aprendiera a dominar las dudas, la inseguridad y optara por pedir ayuda. Cuando mi amigo observo que no encontraba alternativas ni pedi?a ayuda, le grito?:

- "¡Párate, descansa, respira hondo, da un paso atrás!

Se lo comunicaba con voz segura y pausada. Cuando el alumno fue siguiendo los pasos, le indico quédate quieto y observa aquel escalón a tu izquierda. El joven, ya sosegado, empezó de nuevo a escalar llegando a la cima con la lección aprendida de "saber parar, realimentarse, pensar, aprender y volver".

Esta bonita historia nos recomienda aprender el transito de nuestra caja de herramientas mentales y emocionales a la mentalidad del porqué al para qué y al para quién, superando los "porqués" que se situ?an en la culpa en lugar del camino positivo y alegre del aprendizaje.

Los líderes que influyen en positivo practican: la prudencia para buscar las mejores soluciones, desarrollan las habilidades para influir provocando cambios, la perseverancia para no desistir en el camino para poder influir en positivo, transmiten humor que contagie entusiasmo para conseguir la excelencia, diseñan planes de mejoras con etapas accesibles y predican con su ejemplo sin olvidarse que todo lo que no es a tiempo real es post mortem.

Porque querer aprender es querer saber másy mejor tanto de uno mismo como de los dema?s y de lo dema?s, desarrollando la innovación circular de todo el equipo bien coordinado, eficiente y con armonía en las relaciones.

Porque si solo me escucho a mi aprendere? de mis fotocopias en blanco y negro que se convertira?n en la gran autopista a mi zona de confort.

La empatía para conquistar el entusiasmo para aprender es el mejor estímulo sin olvidar que:

Cuando queremos satisfacer nuestras expectativas es más importante volver que irse y arrepentirse.

De equivocarse lo importante es aprender.