Javier Gándara, director general de easyJet para España y Portugal, es contundente en la definición de esta empresa: "easyJet no es una aerolínea, es una e-commerce con aviones". La frase encierra una declaración de principios bajo el criterio de una constante innovación, entendiendo como tal no tanto los avances técnicos como un modelo de negocio que, partiendo del concepto "puro" de aerolínea low cost, es capaz de romperlo en una adaptación constante para responder a los deseos de los clientes manteniendo un objetivo: "Más fácil, más asequible o las dos cosas".

Gándara expuso las claves del éxito de easyJet en los 20 años de historia de esta jóven compañía, de la que destacó que "siempre ha tenido beneficios", durante la conferencia que ofreció el pasado miércoles en el Club Diario de Mallorca presentado por David Arráez, analista tecnológico de este periódico. La expansión de la segunda mayor compañía de bajo coste de Europa y la que más británicos transporta a Mallorca se demuestra con su decisión de instalar el próximo año en Palma su primera base aérea de carácter estacional, que estará en funcionamiento ocho meses al año, y la única centrada exclusivamente en el turismo. Para ello, easyJet ya ha puesto en marcha el proceso de selección de 120 contratados, la mayoría pilotos y tripulantes de cabina de pasajeros.

"Gran parte de nuestro éxito es que siempre hemos pensado que se podían combinar precios bajos con una buena atención al cliente", resaltó el directivo de la compañía quien sostuvo que "uno de los grandes problemas" que han tenido las compañías aéreas es que "históricamente han estado gestionadas por ingenieros aeronáuticos", cuyo interés se enfocaba en el producto y las mejoras técnicas y no en la satisfacción de los clientes.

Para explicar el nacimiento de easyJet, bajo la base de dirigir la innovación hacia el modelo de negocio, Gándara realizó un recordatorio de la historia de la aviación, desde la "etapa de los pioneros que sentaron las bases", a los que siguieron "los pirados, que se jugaban la vida" en vuelos caracterizados por el riesgo. "A partir de 1944 comienza la época de los privilegiados, que dura hasta 1993", recordó en referencia a los años en los que viajar en avión solo estaba al alcance de personas con un muy elevado nivel adquisitivo.

La liberalización del espacio aéreo europeo en 1993 supone un punto de inflexión y entra en juego el concepto low cost en el que triunfa easyJet, que desde el principio comienza a funcionar con el criterio de "darle la vuelta al modelo de negocio y ofrecer algo único, lo que es más complicado pero también más efectivo". Esa innovación, según resaltó, pasa por centrarse en "cuatro pilares" que sostienen el edificio de una aerolínea de bajo coste. El primero de ellos es el de una elevada utilización de los aviones, que vuelan "entre 11 y 12 horas al día, empezando lo más temprano que es posible comercialmente y acabando lo más tarde, con rotaciones en los aeropuertos lo más cortas posible".

A ello añadió, como "segundo reto" una ocupación de los aviones de "un mínimo del 90 por ciento y a precios razonables", algo que no es fácil de conseguir. "Llenar un vuelo Londres-Palma en agosto es sencillo, pero hacerlo un martes de febrero es complicado y si no logras esa media de ocupación, no funciona la ecuación completa", puso como ejemplo el director general de la aerolínea en España.

La "desagregación de servicios" es el tercer pilar, que el directivo de easyJet definió como el paso "del todo incluido al todo excluido", de tal modo que el cliente tiene "libertad de elección" respecto a los servicios que desea y que "está dispuesto a pagar". Como cuarto pilar, resaltó el de mantener una "relación directa" con los clientes, al principio de la historia de la compañía por teléfono y ahora especialmente por internet.

"Al final se puede apostar por la innovación porque está de moda, pero ha de tener sentido", dijo Gándara quien insistió en que, en su compañía, esa innovación está dirigida a que "el transporte aéreo sea cada vez más fácil, más asequible o ambas cosas a la vez". A ese objetivo se dirige también la incorporación de avances como drones, la impresión 3D o el intento de que su aplicación suponga una "experiencia cada vez más intuitiva".

"Tenemos más de 500 millones de visitas anuales a la web y cada seis segundos vendemos la totalidad de plazas de un avión en las épocas punta", resaltó entre las cifras que reflejan el éxito de la compañía, de la que dijo que se sigue considerando "una startup aunque tenga ya 20 años" al mantener la cultura de la innovación como su elemento más característico. La utilización de técnicas de inteligencia artificial, la apuesta por ofrecer una atención integral "antes, durante y después del vuelo", en lo que denominó "viajar 3.0", y el abandono de la venta directa tradicional en las low cost apostando por un modelo híbrido de venta son otros aspectos que destacó. "La clave es la transparencia, que el consumidor sepa qué ofreces y cumplir con lo que te comprometes", dijo Gándara quien explicó que en la actualidad se está produciendo una situación híbrida en la que las aerolíneas clásicas tienden a adaptar sistemas de compañía de bajo coste y a su vez las low cost ofrecen opciones que las acercan a las clásicas.

Gándara acabó su exposición presentando una de los productos pioneros de easyJet, el de las zapatillas inteligentes Sneakairs, cuyo prototipo se presentó recientemente en Barcelona, que incorporan un sistema de vibración que indica el trayecto que debes seguir sin necesidad de consultar el teléfono, conectando las zapatillas a través de Bluetooth a una aplicación que les transmite la información del GPS del móvil.