El Banco de España ha rebajado una décima su previsión de crecimiento económico para 2018 y 2019, hasta el 2,4% y el 2,1% respectivamente, como consecuencia del aumento de la incertidumbre ligada a la situación política en Cataluña, que tendrá un impacto negativo sobre el consumo privado y la inversión.

En sus proyecciones macroeconómicas para el periodo 2017-2020, la entidad calcula que en términos acumulados el efecto de la incertidumbre en Cataluña en los dos próximos años será de 0,3 puntos porcentuales, pero que se verán parcialmente compensados por la mejora de las perspectivas en los mercados exteriores.

No obstante, apunta que la incidencia final de este elemento de riesgo para la economía española dependerá de la magnitud y la persistencia de las tensiones políticas.

El Banco de España ha concentrado el ajuste de sus previsiones para 2018 en la demanda nacional y en mayor medida en la inversión, cuyo crecimiento ha recortado en cuatro décimas, hasta el 4 %, en tanto que el incremento pronosticado para el consumo privado lo ha rebajado en una décima (hasta el 1,9 %).

En términos generales, dice que el conjunto de la demanda nacional mantendrá un crecimiento sostenido por el aumento de la renta de los hogares a lo largo de todo el periodo de proyección.

Sin embargo, destaca que el consumo de los hogares se verá atenuado por el hecho de que el gasto es menor cuando el aumento de renta tiene su origen en una subida salarial que cuando procede de la obtención de un puesto de trabajo, además de que los consumidores tenderán a recomponer su ahorro tras el fuerte descenso de los últimos años.

La inversión crecerá gracias a los mismos factores de años anteriores: la sostenida generación de empleo y la disponibilidad de crédito a un coste reducido.

Frente a los recortes en las previsiones dentro de la demanda nacional, la entidad ha elevado en tres décimas, hasta el 4,9 %, su estimación de aumento de las exportaciones para 2018, en línea con la fortaleza esperada en el mercado exterior.

Del crecimiento del 2,4 % pronosticado para el año próximo 2 puntos serán aportados por la demanda interna (2,2 en la proyección anterior de septiembre), en tanto que 0,4 puntos serán la contribución de la demanda exterior (0,3 en la anterior).

El Banco de España ha subido también una décima la previsión de creación de empleo, hasta el 2,3 % en 2018, ya que considera que el proceso de generación de empleo se verá favorecido por la contención de los costes laborales unitarios.

Con ello se logrará un mayor descenso de la tasa de paro, que bajará a una media del 14,9 % en 2018 y del 13,2 % en 2019, pudiendo llegar al final de 2020 al entorno del 11 % de la población activa.

Para 2017 ha mantenido la previsión de crecimiento en el 3,1 %, si bien ha calculado que será mayor la aportación de la demanda nacional de lo que había previsto en septiembre, ya que mejorará la evolución esperada de la inversión tanto empresarial como en construcción.

De cara al cuarto trimestre de este año, el Banco de España dice que la tensión en Cataluña podría resultar en "un cierto debilitamiento adicional" de la actividad respecto al avance del 0,8 % registrado en el tercer trimestre, aunque dice que su magnitud está aún sometida a incertidumbres notables.

En un escenario de política fiscal neutra y con un ciclo económico favorable, la entidad espera que el déficit público apenas se desvíe una décima al alza en 2017 (hasta el 3,2 % del PIB) y dos décimas arriba en 2018 (al 2,5 % del PIB).