El ministro de Hacienda y Función Pública, Cristóbal Montoro, ha afirmado este jueves que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2017 tendrán que ser "exigentes", ya que este ejercicio será el "más difícil" de la legislatura en materia de reducción de déficit, puesto que se tendrá que acometer un ajuste de 16.000 millones de euros.

Así lo ha señalado durante su comparecencia en la Comisión de Hacienda del Congreso de los Diputados para informar sobre las líneas generales de la política de su departamento, en el que ha advertido de las exigencias de las cuentas de 2017 para pasar de un déficit del 4,6% en 2016 al 3,1% en 2017.

Montoro ha asegurado que en 2018 será "más fácil", ya que la corrección del déficit será "más accesible". Será entonces cuando España saldrá de los procedimientos de corrección de déficit excesivo y de esa manera cumplirá los compromisos de estabilidad con Bruselas y conseguir que el nivel de vigilancia al que esta "sometido" en la actualidad será "mucho más inferior". "Ganaremos capacidad en materia de acción como política nacional", ha subrayado.

Sin perjudicar a la recuperación

De cara a la negociación de los Presupuestos, Montoro ha advertido a los grupos que "todo lo que traigan al Gobierno tiene que estar basado en diálogo, el entendimiento y la cesión, entendida ésta en los límites marcados por Mariano Rajoy en su investidura, de forma que no perjudiquen a la recuperación y al "gran objetivo nacional" de alcanzar los 20 millones de ocupados en 2020.

Montoro ha valorado que España esté saliendo de la crisis "con una reducción de déficit público que aumenta el gasto social y es compatible con una economía competitiva y creadora de empleo". Ha destacado que el gasto social habrá superado en 2016 por primera vez en la historia los 300.000 millones de euros.

A su juicio, la actual legislatura "tiene mucho mejor aspecto" que la del primer Gobierno de Mariano Rajoy y ve "saludable y muy sano" el crecimiento económico actual. "Expresa que la economía está ganando competitividad y la dimensión social", opina, puesto que "todo el crecimiento económico se está yendo al empleo", con 570.000 nuevos afiliados en 2016.

Pide responsabilidad política

En este sentido, ha defendido que la política económica del Gobierno es "coherente", si bien ha matizado que ello no supone que sea "inmóvil" o "rígida", al tiempo que ha apelado a la "responsabilidad política".

"Tengo la firma convicción de que en cuatro años que tenemos por delante es posible enterrar la crisis económica definitivamente", ha asegurado.