La Agencia de Protección Ambiental (EPA) y el Departamento de Justicia de Estados Unidos anunciaron hoy un acuerdo con Volkswagen que supone una multa de 4.300 millones de dólares y la presentación de cargos a 6 de sus ejecutivos por el escándalo de los motores diésel trucados del fabricante alemán.

"Los intentos de Volkswagen para esquivar los estándares de emisiones e importar vehículos falsamente certificados en el país representa una atroz violación de nuestras leyes medioambientales, protección al consumidor y financieras", señaló la fiscal general de Estados Unidos, Loretta Lynch, en conferencia de prensa.

Como parte del acuerdo, Volkswagen se declaró "culpable de una conspiración para estafar" a Estados Unidos y a sus clientes que se prolongó por más de 10 años.

Asimismo, las autoridades estadounidenses imputaron por este mismo cargo a seis ejecutivos de Volkswagen (VW), todos alemanes: Heinz-Jakob Neusser, Jens Hadler, Richard Dorenkamp, Bernd Gottweis, Oliver Schmidt y Jürgen Peter.

Schmidt fue detenido el pasado sábado en Miami (Florida) por su responsabilidad en el escándalo de los motores diesel trucados.

Schmidt, el primer detenido por ese escándalo, de 48 años y residente en Alemania, fue entre 2012 y marzo de 2015 el encargado de VW en Auburn Hills (Michigan) de comunicarse con las agencias reguladoras de Estados Unidos, según el Departamento de Justicia.

El Gobierno confirma así la acusación a la empresa alemana de haber urdido una trama para engañar a las agencias reguladoras estadounidenses y a sus propios clientes mediante el trucaje de los motores diésel, algo que afecta a cerca de 600.000 automóviles en Estados Unidos.

Volkswagen ha admitido que sus motores diésel de 2 y 3 litros estaban trucados para ocultar sus emisiones reales de óxido de nitrógeno, un producto considerado cancerígeno por las autoridades sanitarias.