-Hábleme por favor de su dedicación a su bodega de Pago de Vallegarcía...
-Soy un gran aficionado al vino. Tengo más de 12.000 botellas de vinos selectos y en 1993 compré una finca en los Montes de Toledo. Decidí darle una actividad económica y había dos posibilidades: o el viñedo o el olivar. Allí se da muy bien la variedad de oliva Cornicabra.
-¿Qué da más satisfacciones: las empresas o los viñedos?
-El viñedo da muchas satisfacciones. Ramón Areces decía que existían inversiones que dan dividendos invisibles y creo que el viñedo da alegría en forma de dividendos invisibles.
-¿Cómo van sus ventas en China?
-En 2011 vendimos un millón de dólares y a partir de ahí conseguimos que ese importante mercado nos conociera. Nuestros principales compradores están en Alemania, Inglaterra, China y Suiza. Nuestro vino se vende como producto de gran prestigio.
-¿Cómo valoraría hoy la labor de Manuela Carmena si levantara la cabeza su abuelo Alberto Alcocer, que fue alcalde de Madrid?
-Son dos épocas tan distintas que no creo que mi abuelo tuviese la capacidad para comprender lo que está pasando ahora. Mi abuelo fue un magnífico alcalde y lo fue dos veces, con la monarquía de Alfonso XIII y con Franco. Fue el primer alcalde tras la Guerra Civil, el alcalde de la reconstrucción de Madrid.