El aumento de los precios de la electricidad y los carburantes en octubre pasado, frente a la bajada del mismo mes de 2015, ha elevado el crecimiento del índice de precios de consumo (IPC) hasta el 0,7 %, lo que supone la mayor subida interanual desde agosto de 2013.

Si el Instituto Nacional de Estadística (INE), que ha publicado hoy el indicador adelantado, confirma este dato el próximo 15 de noviembre, esta sería la segunda subida consecutiva del IPC después de que en septiembre avanzara el 0,2 % y la mayor variación interanual desde agosto de 2013, cuando la inflación era del 1,5 %.

A pesar del incremento de octubre, que contrasta con el descenso del 0,7 % que registró un año antes, la tasa anual del IPC lleva 37 meses consecutivos sin superar el 1 %, desde agosto de 2013, y 39 sin sobrepasar el 2 %, desde mayo del mismo año.

En comparación mensual, los precios de consumo subieron el 1,1 % respecto a septiembre, el mayor incremento desde abril de 2012 y el mayor aumento en un mes octubre desde 2007.

El catedrático de Economía de la Bangor University y director de Estudios Financieros de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas), Santiago Carbó, ha señalado que los datos de octubre confirman la subida del IPC, "tras mucho tiempo esperándola", lo que indica que "el entorno de precios está cambiando paulatinamente".

Según Carbó, lo más interesante en este contexto es lo que pueda hacer el Banco Central Europeo (BCE) de reafirmarse el aumento del IPC en la zona euro, donde "la evolución de los precios de la energía también apunta a una mayor inflación".

En la misma línea, el profesor del departamento de Economía de Esade Pedro Aznar ha afirmado que España "empieza a abandonar la senda de evoluciones negativas de los precios", lo que sumado al crecimiento del PIB del 0,7 % en el tercer trimestre da a entender que "la recuperación de la economía es clara".

Sin embargo, ha advertido de que no se deben olvidar dos factores que afectan a ese crecimiento, como son las políticas que pueda desarrollar el BCE y las reformas estructurales que siguen pendientes y "que la economía española necesita para ser competitiva".

Por el contrario, el responsable de análisis macroeconómico de Analistas Financieros (AFI), Daniel Fuentes, ha incidido en que el crecimiento del IPC se debe analizar con cautela, ya que "se ha debido solo al componente energético", como demuestra que la inflación subyacente -que excluye los alimentos frescos y la energía- esté estancada en el 0,8 % desde hace varios meses.

Fuentes ha explicado que AFI pronostica una tasa media del IPC del -0,3 % para 2016, en tanto que sitúa en el 1,4 % la del próximo ejercicio, debido a que la variación de los precios se irá incrementando hasta final de año, para situarse por encima del 1 % a partir de enero.

La analista de Funcas María Jesús Fernández ha afirmado que la subida de los precios está en línea con las previsiones y que el IPC acabará el año en torno al 1 % o al 1,1 %.

Para 2017, Fernández ha pronosticado que el IPC podría avanzar en los primeros meses del próximo año hasta situarse en torno al 2 %, impulsado por el efecto del precio del petróleo, menor en ese periodo de 2016, impacto que se amortiguará en los meses posteriores y que hará que la tasa se sitúe alrededor del 1,5 %.