Banco Popular baraja proseguir con su estrategia de reducción de costes en aras de ganar eficiencia, lo que podría implicar un posible recorte de su red de oficinas y de su plantilla, que se abordaría, en cualquier caso, mediante medidas no traumáticas, confirmaron a Europa Press en fuentes de la entidad.

El banco enmarca este posible ajuste en las medidas que lleva implementando en los últimos años para adaptarse al desafiante contexto en el que se desenvuelve el sector, y creen que cobra sentido después de la ampliación de capital de 2.500 millones acometida este año para reforzar su solvencia.

Las mismas fuentes indican que el recorte y concentración de oficinas y la reducción de plantilla son medidas que están sobre la mesa, pero aseguran que las cifras del ajuste aún no están definidas.

Asimismo, Popular recuerda que entre 2001 y 2015 ha recortado un 23,5% sus oficinas y un 17% su número de empleados, apostando, en la medida de lo posible, por medidas no traumáticas, como prejubilaciones y bajas incentivadas.

En la junta general de accionistas celebrada el pasado mes de abril, el presidente del banco, Ángel Ron, ya avanzó que Popular seguiría reduciendo sus gastos "en la medida en que así lo aconsejen las condiciones de mercado y los cambios tecnológicos".

El diario 'Expansión' publica este jueves que Popular prepara a la vuelta del verano un ajuste de plantilla de hasta 3.000 empleados, el 20% del total, tanto de la red como de los servicios centrales. Además, según el rotativo, se prevén cierres de oficinas y concentración de algunas de éstas.

La red de Banco Popular está compuesta por más de 1.900 oficinas, de las que el 17,2% está en Andalucía, el 14,6% en Cataluña, el 14% en Galicia, el 13,1% en Madrid y el 40,9% en el resto de comunidades autónomas.