El Tesoro Público español ha colocado este jueves 4.515 millones de euros en bonos a cincos años, obligaciones a diez años indexadas a la inflación, y obligaciones a quince años, única denominación en la que ha conseguido reducir el interés.

En concreto, en las obligaciones a quince años, el Tesoro ha adjudicado 946,69 millones de euros, que han salido a un interés marginal del 2,107 % frente al 2,330 % previo.

No obstante, en las obligaciones a diez años indexadas a la inflación, de las que se han colocado 475,08 millones, el interés marginal aplicado ha sido del 0,851 %, superior al 0,331 % anterior, al igual que en los bonos a cinco años, que han salido con una rentabilidad del 0,702 %, frente al 0,613 % de la subasta previa. En esta denominación el Tesoro ha colocado 3.093,29 millones.

En total, el Tesoro ha adjudicado 4.515 millones de euros, frente al objetivo máximo previsto de la subasta que era de 5.250 millones de euros.

Solo en bonos a cinco años y obligaciones a quince años, España esperaba adjudicar entre 3.500 y 4.500 millones de euros, frente a los 4.039 millones finalmente colocados.

En el caso de las obligaciones a diez años indexadas a la inflación, que es deuda que se diferencia en que su principal (importe) evoluciona según el Índice de Precios al Consumo Armonizado (IPCA), excluido el tabaco, el Tesoro preveía adjudicar entre 250 y 750 millones.

En esta denominación, el importe finalmente adjudicado ha sido de 475,07 millones de euros.

Además, en la puja celebrada hoy, que es la primera del mes de marzo, la demanda de las entidades se ha elevado a 8.112 millones de euros, con lo que la ratio de cobertura, que es la proporción entre las solicitudes y el importe adjudicado, ha alcanzado 1,79 veces.

La puja se ha celebrado en un nuevo escenario de incertidumbre en España, después de que ayer el líder del PSOE, Pedro Sánchez, no pudiera conseguir la mayoría absoluta del Congreso requerida para ser elegido presidente del Gobierno.