Las ejecuciones hipotecarias -embargos de una propiedad para su venta- tras el impago de una hipoteca disminuyeron un 15,5 % en 2015 respecto a un año antes, hasta situarse en las 101.820, de las cuales 30.334 fueron sobre viviendas habituales, un 13 % menos.

Según los datos publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en el cuarto trimestre se han registrado un total de 22.540 certificaciones por ejecución hipotecaria, lo que supone un 16,2 % más que en el trimestre anterior, aunque un 27,8 % menos que en el mismo periodo de 2014.

Del total de ejecuciones certificadas en 2015, 96.760 eran fincas urbanas, un 15,8 % menos que el año anterior, mientras que las 5.060 restantes eran rústicas (un 10,7 % menos).

Entre las urbanas, un 61,81 % (59.808) eran viviendas, de las que 38.943 correspondían a particulares, un 13,3 % menos que en 2014, y 20.865 de empresas.

En el caso de las viviendas de particulares embargadas, 30.334 eran el domicilio habitual de los propietarios, un 13 % menos que el año anterior.

Con respecto al estado de los inmuebles, las viviendas usadas generaron el mayor porcentaje de embargos, un 86,3 % (51.625), aunque también registran un descenso de 12,7 % con respecto a 2014.

Por su parte, las nuevas viviendas tuvieron la mayor caída anual (27,7 %) con 8.183 ejecuciones en los últimos doce meses.

Además, según señala el INE, el 59 % de los procesos de embargo iniciados sobre viviendas en 2015 corresponden a hipotecas inscritas en el periodo 2005-2008.

La estadística también recoge los embargos a propiedades urbanas que no son viviendas -locales, garajes, trasteros, oficinas y naves-, que en el último año se redujeron un 14,9 % (32.751), así como a solares, que también bajaron el 29,6 %.

Por comunidades autónomas, Andalucía (28.126), Comunidad Valenciana (17.548) y Cataluña (16.548) fueron las más afectadas en el total de fincas, mientras que La Rioja (539), Comunidad Foral de Navarra (566) y País Vasco (625), registraron la menor parte de los casos.

Fincas urbanas

Respecto a las tasas trimestrales, en el último periodo del año se produjeron 21.354 embargos sobre fincas urbanas y 1.186 en rústicas, un 16,4 % y un 12 % más que en el tercer trimestre de 2015, respectivamente.

Mientras que se alcanzaron las 8.978 ejecuciones sobre viviendas de particulares, un 18,3 % más que entre julio y septiembre; de ellas 6.898 eran el domicilio habitual del embargado (el 15,7 % más que en el periodo anterior).

Tomando como referencia el total de viviendas familiares existentes en España en el cuarto trimestre de 2014 (18.395.100), el 0,037 % iniciaron una ejecución hipotecaria en este periodo.

Según el estado, el 85,3 % de los embargos producidos en el cuarto trimestre corresponden a viejas construcciones, y sólo el 14,7 % a nuevas viviendas.

Las comunidades con mayor número de certificaciones por ejecución sobre el total de fincas fueron Andalucía (5.723), Comunidad Valenciana (4.011) y Cataluña (3.475); Navarra (112), País Vasco (137) y La Rioja (176) también registraron en este periodo el menor número de embargos, consolidando así la tendencia bajista del 2015.