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Desequilibrios pendientes

Los desafíos del próximo Gobierno

El desvío en el déficit público, la deuda al alza, los cambios pendientes en el patrón de crecimiento y los síntomas de desaceleración, principales escollos

Producto interior bruto de España 2014- 2015.

El próximo Gobierno de España deberá afrontar relevantes desafíos económicos. La economía española no ha corregido gran parte de sus dolencias -como la Comisión Europea recordó el viernes en su informe sobre España- y el entorno que se atisba en el contexto internacional, con tendencia a debilitarse, dificultará la corrección de los importantes desequilibrios pendientes.

Crecimiento

España no es el "país de toda Europa que más crece", como sostiene el Gobierno (la última vez, Rajoy en Bruselas, hace nueve días), sino el octavo, aunque, de las grandes economías del área, es la que mayor empuje exhibe. El año pasado creció el 3,2%. Pero el país ya no va a poder seguir creciendo a este ritmo. La economía española alcanzó el cénit de su impulso en el segundo trimestre de 2015 (1%) y desde junio, como habían pronosticado todas las predicciones, entró en desaceleración. Aún así, creció un meritorio 0,8% trimestral en la segunda mitad del año. Todos los pronósticos (UE, FMI, OCDE, Banco de España...) apuntan a que este año el PIB avanzará entre el 2,7 y el 2,8%. Sólo el Gobierno en funciones mantiene la previsión del 3%. Desde que se hicieron estos pronósticos, el contexto internacional tiende a empeorar, lo que dificultará alcanzar los objetivos. España, más que sus socios de la UE, tiene una elevada exposición a países emergentes, que ahora están en el centro de todos los temores. Cada descenso del 1% en el PIB de los emergentes resta 0,2 puntos a los países desarrollados. En España este impacto es mayor. Y además parte del avance del PIB en 2015 lo aportó un aumento del gasto público (en contra del discurso oficial) del 3,7%, lo que será difícil que la UE vuelva a consentirlo tras la desviación del déficit en 2015. Tampoco está garantizada la continuidad de los factores externos que favorecen más a la economía española que a otras del área: euro débil, petróleo muy barato, tipos de interés en el 0%, turismo en récord histórico... A esto se suma que España precisa crecer más que sus socios porque es el segundo en tasa de paro (tras Grecia), tiene un déficit público alto y una deuda al alza, y porque -a diferencia del conjunto de la eurozona- aún está el 40% por debajo del PIB que tenía antes de la crisis.

Déficit

La Comisión Europea atribuye a España un déficit público en 2015 del 4,8% del PIB, 6 décimas (6.487 millones de euros) superior al 4,2% pactado. El Gobierno desmintió la desviación hasta el 11 de febrero. Ese día Rajoy admitió un incumplimiento de 3 décimas (3.243 millones). Un día después, el ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, dijo que esta cifra es provisional porque falta contabilizar el déficit de algunas comunidades que suelen desviarse. El déficit español fue en 2014 el tercero más alto de la UE. El incumplimiento de 2015 puede repetir el caso. La UE tampoco da credibilidad al presupuesto aprobado para 2016 y exige un ajuste adicional (mediante aumento de los ingresos o merma de los gastos) de casi 9.000 millones.

Deuda

La deuda pública sigue creciendo. En 2015 superó los 1,069 billones de euros, 326.643 millones más que cuando el PP llegó al Gobierno. El año pasado aumentó en 36.139 millones pese a los tipos de interés ínfimos y al control de la prima de riesgo gracias a la compra mensual de 60.000 millones de deuda estatal de la eurozona por el Banco Central Europeo. España es el séptimo país de los 28 de la UE con mayor deuda pública en relación al PIB: está cerca del 100%, una proporción no vista en más de un siglo. La Comisión Europea dijo hace días que la deuda crea "altos riesgos" a España a medio plazo. Caixa Bank estima que este año la deuda llegará al 101,2% del PIB y pasará a ser la quinta más alta de la UE. El "rating" o calificación crediticia de Fitch, Standard & Poor´s y Moody´s sobre España terminó la legislatura varios escalones peor de como la empezó. Recaudación. La recaudación tributaria sigue siendo un drama nacional. España recauda menos que Grecia en relación al PIB. De los 19 países del euro, España es el sexto con menor gasto público respecto a la riqueza nacional. Sólo hay cinco Estados más austeros. Pero es el cuarto que menos recauda. Sólo Lituania, Irlanda y Letonia ingresan menos, dice Eurostat.

Cambio de modelo

España está creciendo basándose en los mismos esquemas y patrón de crecimiento que la crisis de 2008 demostró que eran altamente vulnerables. La competencia mediante bajos salarios ha dado cierto margen de crecimiento pero es un camino que se agota con prontitud. La teoría económica sostiene que la competitividad a largo plazo depende de las mejoras de productividad. La Comisión criticó el "escaso incremento de la productividad" en España y que el país siga "empeorando" en innovación y desarrollo. Según Eurostat, España ocupa el lugar 18º de los 28 países de la UE por gasto en ese fin. El avance del PIB se apoyó el año pasado en la demanda interna (el comercio exterior restó crecimiento), sobre todo por el consumo. Avanzó la inversión pero se atenuó en el tramo final.

Corrupción

La Comisión Europea apuntó la pasada semana a la corrupción como causa de vulnerabilidad y riesgo económico para España. Los escándalos añaden un deterioro reputacional y de confianza internacional hacia el país, que, como el resto de los meridionales, ya estaba muy cuestionado en todos los estudios por el alto fraude fiscal, la elevada economía sumergida y la baja moral tributaria.

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