La dura crisis que ha devastado el sistema financiero español ha cambiado el panorama bancario en muy poco tiempo. Tras varios años de fusiones y absorciones, las entidades financieras españolas han quedado reducidas a sólo unas pocas.

Los bancos más importantes de España han sabido sortear el tsunami de la depresión económica y han visto cómo, en la mayoría de los casos, sus beneficios aumentaban año tras año.

El banco Santander, Caixabank, Popular y Sabadell cerraron 2015 con unas ganancias conjuntas de más de 7.593 millones de euros. A ellas habría que sumar los beneficios de Bankia y BBVA, los otros dos grandes bancos de España, los que hasta el tercer trimestre del año pasado habían conseguido unos beneficios de 855 y 1.702 millones de euros, respectivamente.

A pesar de sus beneficios, muchos de estos bancos han visto como la crisis ha afectado a su número de cuentas. La cantidad de cuentas (ya sean de ahorro o corrientes) es el indicador más utilizado por las entidades para calcular su número de clientes, aunque no siempre es exacto. En los últimos años, la variación en los tipos de cuentas ha hecho que muchos españoles dejen de ser clientes de más de una entidad, pero hace que puedan tener más de una en un mismo banco.

Aunque la mayoría de las entidades han podido sortear la crisis económica, todos han sentido su efecto en sus beneficios, especialmente en 2012, que se sitúa como el peor año de la banca española.

Banco Santander

El Santander ha sido uno de los bancos que más ha sentido la crisis pero que ha sabido reponerse. La entidad vio como sus beneficios se recortaban en 2011 hasta los 5.351 millones de euros, un 35% menos que los 8.181 millones del año anterior. La caída era un más pronunciada en 2012 cuando el Santander generó ganancias por "sólo" 2.205 millones.

El banco presidida por Ana Patricia Botín ha pasado durante la crisis por varias multas millonarias, complicados casos de abusos a clientes y numerosas gestiones legales en el extranjero.

A pesar de todo, el Santander ha sabido sobreponerse a la crisis y en los últimos tres años ha visto cómo sus beneficios crecían enormemente, pasando de los 4.370 millones de euros de 2013 a los 5.966 millones del último ejercicio.

Banco Sabadell

El Sabadell ha sabido sortear la crisis financiera y en el último año se ha convertido en el banco español que más ha crecido al aumentar sus beneficios un 90%. Gracias a la aportación del banco británico TSB Bank, que compró el pasado junio.

La entidad catalana generó, en 2015, 708,4 millones de euros en ganancias. Sin embargo el beneficio neto atribuido al banco español se queda en 586,4 millones, un 57,8% más frente al obtenido el año anterior.

El sacrificio que el Sabadell realizó con la compra del TSB Bank ha dado sus frutos. La entidad presidida por Josep Oliu se lanzó en verano a la compra del banco británico por 2.350 millones de euros. Una compra en la que muchos veían un riesgo que acusaría aún más el efecto de la crisis en sus beneficios.

Caixabank

Caixabank se convirtió en uno de los bancos españoles más activos en el proceso de reestructuración del panorama financiero nacional. Gracias a eso ha podido sobreponerse poco a poco a la crisis económica, la que sintió especialmente en 2012.

El banco de Isidre Fainé obtuvo un beneficio de 814 millones en 2015, un 31,4% más que el año anterior. Esto se debe sobre todo al impulso por la incorporación de Barclays Bank SAU (el negocio financiero de Barclays en España) en verano de 2014.

En los últimos años la entidad catalana se ha centrado en reforzar su liderazgo en la banca digital con la implantación del Big Data como herramienta comercial y la creación de nuevos canales de comunicación con sus clientes.

Banco Popular

El Banco Popular ha sido el que más ha acusado la crisis. La entidad madrileña sufrió las mayores pérdidas de su historia en 2012, cuando tuvo unos resultados negativos de -2.461 millones de euros.

Aunque en 2013 puso sobreponerse al conseguir un beneficio de 325 millones, Banco Popular no ha podido sobrellevar la crisis del sistema financiero español. En 2015 la entidad obtuvo un beneficio atribuido de 105,4 millones de euros, un 68,1% menos que en 2014.

Estos resultados tienen su explicación. Durante el último año el banco realizó provisiones por importe de 350 millones de euros para cubrir un posible riesgo legal derivado de la potencial eliminación de las cláusulas suelo con efectos retroactivos hasta mayo de 2013.