Los productos navideños ya ocupan su espacio en los supermercados y algunos consumidores optan por adelantar sus compras ante posibles subidas de precios; pero, llenar el congelador con carne o marisco, y la despensa con dulces dos meses antes de las Fiestas ¿tiene ventajas o inconvenientes?

La portavoz de Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa Consumidores y Usuarios (Ceaccu), Yolanda Quintana, apunta a Efeagro que los alimentos que tradicionalmente incrementan sus precios en Navidad son "cordero, cochinillo, besugo, merluza, mariscos, piña y uvas", mientras que el pescado azul y la ternera variarán poco.

Pero, a su juicio, el consumidor no ahorrará por anticipar sus compras, sino por hacerlas racionalmente, con menús preparados con antelación, "productos alternativos" a los tradicionales y "evitando gastos desmesurados".

Según Quintana, "adelantar las compras de Navidad no siempre es sinónimo de ahorro, sino, por el contrario, de mayor consumo".

Leer con atención las etiquetas y con especial atención la fecha de caducidad, no dejarse llevar por las "ofertas-gancho" y adquirir cada alimento en el establecimiento donde su precio resulte más interesante son otros de los consejos de Ceaccu.

En el caso de los alimentos perecederos, la portavoz de Ceaccu recuerda que "los pescados frescos no deben almacenarse más de tres días y los mariscos dos", y en caso de congelación "no interrumpir el proceso y descongelar poco a poco y en el frigorífico".

Desde esta organización llaman a distribuir con equilibrio el presupuesto disponible para todas las fiestas y a pensar en que, además de en alimentación, habrá que destinar otros extras a regalos y ocio.

Por su parte, el portavoz de Facua-Consumidores en Acción, Rubén Sánchez, cree que quien adelanta las compras de alimentos no sólo no ahorra, sino que "gasta más, porque celebra la Navidad varias veces".

"Por ejemplo, quien compra dulces de Navidad, normalmente se los come y los tiene que reponer para las fiestas navideñas" plantea a Efeagro, así que "cuanto antes se empieza a comprar, antes se empieza a gastar".

Reconoce que hay que productos perecederos "muy focalizados", como las carnes o los mariscos, que pueden subir de precio, pero otros como las bebidas o los dulces "no suben necesariamente".

Y por ello insiste en que la única manera de ahorrar en este caso es planificar los menús navideños con tiempo y adquirir congelados que se tenga claro que se van a servir.

En líneas generales, el portavoz de Facua aconseja no "ceder a la presión consumista de supermercados y comercios" que, en algunos casos, ya lucen decoración y luces navideñas.

Para los consumidores convencidos a adelantar sus compras hay recomendaciones claras por parte de los expertos.

El presidente de la Fundación Alimentación Saludable, Jesús Román, insiste en una idea básica: "Antes de comprar hay que saber claramente si el pescado o la carne han sido congelados previamente".

"Pasa con algunos productos -como el besugo o el cordero-, que se congelan y después se venden en fresco" y, si el comprador lo vuelve a congelar, "pierde toda su calidad organoléptica", advierte Román.

Una vez en casa, el comprador tiene que saber que en la mayoría de los hogares los aparatos son para "conservar congelados, no congeladores industriales".

Por ello, "los alimentos no se pueden tener ahí veinte años", bromea, sino conservarlos y destinarlos a un "consumo cercano", aunque desde ahora a las fiestas navideñas "deben aguantar sin problema".

Y se detiene en el último paso, el de descongelar, que es el "peligroso"; cree que la mayoría de la gente conoce que hay que hacerlo con suficiente tiempo y poner los alimentos dentro del frigorífico, pero hay quien "hace cosas muy raras", como "poner los alimentos al sol, en el fregadero con agua o sobre un radiador" para acelerar el proceso.

En Navidad -como en cualquier fecha-, comprar más, menos, antes o después será, como siempre, "a gusto" de un consumidor que cada vez tiene más tiempo e información a la hora de planificar unos menús para los que aún faltan 50 días.