El Ibex 35 ha cerrado la sesión de este jueves con un repunte del 1,5%, lo que ha ayudado al selectivo a recuperar la cota psicológica de los 10.000 enteros (10.042,4) después de que el Banco Central Europeo (BCE) haya dotado de más flexibilidad a su programa de compra de deuda.

En el mercado de deuda, la prima de riesgo se colocaba en 137,2 puntos básicos, con la rentabilidad del bono a diez años en el 2,102%. Mientras, en el mercado de divisas, el euro se intercambiaba a 1,1108 dólares.

El BCE también ha llevado el optimismo a las plazas europeas, que se han impulsado con fuerza tras las tímidas subidas de ayer: Francfort ha repuntado un 2,91%, París un 2,44% y Londres un 1,92%.

Acerinox ha liderado las ganancias del Ibex 35 con una revalorización del 7,2%, hasta los 10,395 euros, seguida de IAG (+4,31%), impulsada por la recomendación positiva de HSBC y por el cierre de la compra de Aer Lingus.

ArcelorMittal (+3,41%), Grifols (+3,29%) y DIA (+1,85%) también se han anotado importantes avances.

Por el contrario, Abengoa se ha erigido como el 'farolillo rojo' de la sesión con un recorte del 6,8%, hasta los 0,874 euros, seguida de Sabadell (-3,53%), Popular (-1,09%) y Caixabank (-0,08%).

El mercado no ha acogido bien la compra del negocio retail de Barclays en Portugal por parte de Bankinter, incluso después de descartarse una ampliación de capital para financiar la operación. Los títulos de la entidad han cerrado la sesión de este jueves con un retroceso del 1,35%, hasta los 6,483 euros.

Los 'pesos pesados' del selectivo han cerrado en verde y han acumulado subidas que han oscilado entre el 0,45% de Iberdrola y el 1,83% de Inditex. Telefónica ha repuntado un 1,34%, Repsol un 1,15%, Endesa un 1,05%, BBVA un 1,04% y Santander un 0,71%.

El estratega de mercado de IG Daniel Pingarrón ha señalado que los mercados han reaccionado con fuerza a las palabras del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, quien ha lanzado dos mensajes: que existen nuevos riesgos para el crecimiento económico y que el QE es una herramienta flexible y adaptable a la situación.

"Las Bolsas han acelerado sus subidas, la rentabilidad de la deuda europea ha descendido y el euro ha perdido cerca de 130 puntos en su cambio frente al dólar. Ahora, más si cabe, la atención se centrará también en la FED", ha apuntado.

El analista ha recordado que mañana se conocerá el dato de empleo de Estados Unidos del mes de agosto y se espera una cifra ligeramente superior a los 200.000 puestos creados, similar a la del mes de julio. "Tan solo si saliese una cifra sensiblemente superior a ésta (por encima de los 240.000), cabría una posibilidad real de que se subieran los tipos en la reunión de la FED de mediados de septiembre. Si no, podremos prácticamente descartar que la subida se produzca en dos semanas, lo que también será un motivo de alegría para los mercados", ha augurado.

Sin embargo, ha advertido de que para que las Bolsas occidentales cubran en el corto plazo las caídas del 10% que acumulan desde el 11 de agosto, "no bastará con la ayuda de los Bancos Centrales occidentales, sino que será precisa que se den buenas noticias con origen en China".