Las principales bolsas asiáticas sufrieron este lunes fuertes caídas ante el temor a que la economía china, la segunda más importante del mundo, frene su crecimiento, y todo ello a pesar de la decisión del Gobierno chino de permitir al principal fondo estatal de pensiones invertir en los mercados de valores.

En concreto, la Bolsa de Shanghai ha concluido la jornada con un descenso del 8,5%, hasta los 3.205 puntos, mientras que la Bolsa de Shenzen bajó un 7,8%, hasta 10.970 puntos.

De este modo, el índice CSI300, que agrupa las mayores compañías cotizadas en Shanghai y Shenzen, cerraba la sesión con pérdidas del 8,7%, hasta los 3.275 puntos, su menor nivel en todo el año.

Además, la Bolsa de Hong Kong ha caído un 5,2%, hasta los 21.252 enteros, mientras que el Nikkei, índice de referencia de la Bolsa de Tokio (Japón), ha retrocedido un 4,6%, hasta los 18.540 puntos, registrando su mayor caída en más de dos años y su nivel más bajo en seis meses.

La economía china, que el Gobierno ha tratado de reactivar mediante sucesivas devaluaciones del yuan, creció en el segundo trimestre del año un 7% en tasa anual y un 1,7% en términos intertrimestrales.

El Gobierno chino ha fijado un objetivo de crecimiento para 2015 del 7%, medio punto porcentual menos que la meta establecida para los últimos ejercicios.

China experimentó en 2014 el crecimiento más bajo en 24 años tras registrar una expansión del 7,4%, una décima por debajo del objetivo oficial y tres menos que el dato de 2013.

La semana pasada se conoció que la actividad del sector manufacturero de China había experimentado en agosto un significativo empeoramiento, con su peor indicador en 77 meses.