La economía de Francia registró en el tercer trimestre del año una contracción del 0,1%, frente al crecimiento del 0,6% observado en los tres meses anteriores, como consecuencia del debilitamiento del consumo doméstico y la caída de las exportaciones, según ha confirmado el Instituto Nacional de Estadística galo (Insee).

Se certifica así esta caída por sorpresa de la actividad en la segunda mayor economía de la eurozona. El Insee ha elevado, sin embargo, el crecimiento experimentado entre abril y junio, desde el 0,5% hasta el 0,6%.

El consumo de los hogares francesas se desaceleró hasta el 0,1%, mientras que las exportaciones francesas se redujeron un 1,3%. El sector exterior tuvo una contribución negativa en el PIB francés del 0,6%.