La Comisión Europea dio ayer su visto bueno de manera temporal el rescate por parte del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) al Banco de Valencia, pero exige que España presente un plan de reestructuración de la entidad en un plazo de seis meses.

El FROB decidió el rescate de la entidad mediante una inyección de capital de hasta 1.000 millones de euros y una línea de liquidez de hasta 2.000 millones.

La Comisión de los 27 considera que las ayudas del FROB están en el marco "de las orientaciones sobre ayudas estatales a las entidades de crédito para superar la crisis financiera". Al mismo tiempo, Bruselas subraya que se trata de ayudas "con una limitación en el tiempo".

Bruselas insiste en que, en el plazo de seis meses, el plan debe "demostrar el retorno a la viabilidad del banco, así como un adecuado reparto de cargas que minimice las distorsiones a la competencia".

El Banco de Valencia representa menos del uno por ciento de los activos del sector bancario español en su conjunto.

El consejo de administración del Banco de Valencia y su presidente no ejecutivo, Aurelio Izquierdo, han cesado hoy en sus funciones tras la entrada de los administradores designados por el FROB en la intervenida entidad.

Mientras, con la llegada ayer de los administradores (José Manuel Oliver, Fernando Viladomat y Margarita Reyes), el anterior consejero delegado y actual presidente no ejecutivo del banco abandonó el cargo que tenía desde el pasado 28 de octubre tras la renuncia voluntaria de Olivas como presidente de la entidad.

Sindicatos

Los sindicatos CCOO y UGT en el Banco de Valencia han exigido responsabilidades a los directivos de la entidad, al consejo de administración y a José Luis Olivas, que dimitió como presidente del banco a finales de octubre.

Desde la sección sindical de CCOO en la entidad, José María Puchades indicó que si se ha errado en la gestión y se ha llegado a la intervención del Banco de Valencia, "alguna responsabilidad tendrán que asumir" Olivas y "cualquier otro cargo" de entidades que estén en la misma situación.

La portavoz de UGT en la entidad, Regina Bofill, afirmó que está claro que el consejo de administración de la entidad "ha sido incapaz de buscar una solución y ha estado callado durante años ante la gestión que ha llevado a esta situación".

Por su parte, José Luis Olivas se mantiene como presidente de Bancaja tras informar al consejo de administración de la caja de la situación del Banco de Valencia y de su renuncia a la vicepresidencia ejecutiva de Bankia y la vicepresidencia de la matriz del grupo, el Banco Financiero y de Ahorros (BFA).

Olivas llegó a la presidencia de Bancaja en 2004 tras renunciar a concurrir como candidato del Partido Popular a la Generalitat valenciana, lugar que ocupó Francisco Camps.

La del consejo de administración de Bancaja, reunido en su sede central en Valencia durante una hora y media, fue una sesión informativa en la que no se adoptó "ninguna" decisión relevante.