La recuperación de la economía balear "está siendo muy débil" y, una vez atravesado el ecuador de la temporada alta turística, ralentizará su crecimiento al 0,4 % en el conjunto de 2011, según la previsión del Centre de Recerca Econòmica de la UIB y Sa Nostra (CRE).

El director del CRE, Antoni Riera, ha asegurado hoy que "la economía crecerá un 0,4 % o en el mejor de los casos alrededor del 0,5 %", tal como ya previó el CRE al comienzo del actual ejercicio y la razón es que tras un tercer trimestre con buenas cifras también "hay señales de agotamiento en la aceleración".

En la presentación del informe de coyuntura de la economía balear de octubre, Riera ha señalado que el PIB ha crecido un 0,6 % en el tercer trimestre del año, gracias al crecimiento del 1,1 % del sector servicios por el aumento del 10,8 % en la llegada de turistas, pero también hay indicadores negativos como la destrucción del 0,1 % de la afiliación de trabajadores y el elevado paro.

De abril a septiembre han llegado más de 8,5 millones de turistas internacionales, la cifra más elevada de la historia, y en el tercer trimestre se ha batido el récord histórico de pernoctaciones con 29,4 millones y se ha alcanzado una ocupación del 88,4 %.

Según Riera, todo ello ha permitido mejorar las ratios de rentabilidad: el RevPAR (ingreso por habitación disponible) ha aumentado un 11,7 %.

Sin embargo, el buen balance turístico, no ha tenido los efectos que cabía prever sobre el tejido económico. Según Riera, el consumo ha crecido un 0,8 %, pero sobre todo por el gasto turístico ya que las pautas de los residentes "siguen constreñidas".

El crédito ha caído un 2,2 % por la contracción del de carácter privado -familias y empresas- y porque solo ha crecido el de las administraciones públicas, un 7,7 %. Por cada euro que hay en las entidades financieras, hay 2,28 en crédito, una tasa que para el CRE es "demasiado elevada".

Según Riera, terminada la temporada alta, la economía de Baleares "no mantendrá el puso en los próximos meses" y tendrá menor dinamismo.

"No veo un riesgo de que la economía vuelva a estar en negativo, pero sí de que tiene dificultades para despegar", ha asegurado Riera, que considera que la única forma que consolidar el crecimiento es controlar el déficit y transformar el sistema productivo balear que presenta problemas estructurales.

El director del CRE ha reclamado "un pacto político, económico y social" en favor de dicha transformación que considera imprescindible.

"No sé si es posible, pero es necesario un gran pacto social con vinculación de los grandes partidos, patronales, sindicatos y la ciudadanía para asegurar el bienestar de las generaciones futuras", ha insistido.

Riera considera que dicho pacto sería la única forma de contribuir a una recuperación sólida de la economía, que en la actualidad está afectada por factores exógenos como la crisis de la deuda soberana, pero también endógenos, por problemas estructurales.

La receta del CRE pasa por utilizar los factores de producción (tierra, trabajo, capital humano o tecnología) de forma más eficiente y "que se transformen en crecimiento y en bienestar y que estos sean sostenibles en el tiempo", ha afirmado.

Como ejemplos, Riera propone que las empresas mejoren su conocimiento sobre sus clientes para vincularlos, que organizaciones y administraciones mejoren su política comercial con más énfasis en el binomio precio-calidad; revisar la estructura de costes y racionalizar, y orientarse hacia el exterior y los mercados emergentes.

También insiste en que reducir el déficit es "una oportunidad única" porque permite ajustar deficiencias de la administración pública, algo que tiene efectos sobre las empresas y los ciudadanos "en términos de reducción del coste de la Seguridad Social o bajada de impuestos".