El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, afirmó ayer que la zona del euro da una imagen "desastrosa" hacia el exterior por sus dificultades de tomar una decisión para atajar definitivamente la crisis de la deuda en Europa. "El impacto en el exterior es desastroso porque no damos un ejemplo sensacional de liderazgo a nivel de Gobierno", señaló Juncker.

"Tendremos que ponernos de acuerdo próximamente sobre qué podemos hacer para cambiar la impresión que tienen los demás de nosotros", indicó el también primer ministro de Luxemburgo.

Juncker confesó que hubiera preferido que los líderes no necesitaran dos intentos para cerrar su plan integral anticrisis. "Vamos a ver cuán lejos llegamos", dijo.

El presidente del Eurogrupo también lamentó que todos los focos siempre están puestos sobre Alemania y Francia, al afirmar: "Somos 17 países y no solamente Berlín y París tienen parlamentos".

El hecho de que la cumbre de líderes que se celebra mañana tenga pocas perspectivas de arrojar un resultado convincente y que se tenga que convocar otra reunión el miércoles, se ha atribuido a las diferencias entre Alemania y Francia sobre el reforzamiento del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) y la mayor participación del sector privado en el segundo rescate de Grecia.

El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, negó hoy, no obstante, que esta situación de estancamiento se deba a diferencias entre los dos países.