El patriarca de la familia Ruiz-Mateos, José María Ruiz-Mateos, aseguró ayer sentirse "orgulloso, feliz y satisfecho" con su obra, y añadió que "volvería a hacer el mismo trabajo" para levantar su grupo empresarial, Nueva Rumasa. Tras leer un comunicado ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, Ruiz-Mateos reivindicó su papel de empresario creador de empleo, aunque lamentó la situación de sus trabajadores, algunos de los cuales se concentraron frente a las puertas del tribunal para abuchear a la familia y exigir responsabilidades penales.

"Me he dedicado toda la vida al empleo", declaró el patriarca de la familia, quien recordó que empezó con siete obreros y ha conseguido emplear a 100.000 personas.

En relación con los abucheos e insultos que recibió la familia por parte de los empleados de Nueva Rumasa concentrados en el exterior de la Audiencia Nacional, Ruiz-Mateos aseguró que volvería a emplearlos a todos. "Están ahí (fuera) pero en el fondo son buena gente y necesitada", añadió.

José María Ruiz-Mateos aseguró ante el juez Ruz que es el responsable absoluto de la insolvencia de las empresas del grupo y exculpó a sus hijos de la presunta estafa de la que se les acusa por la emisión de pagarés.

Por otra parte, dos de los hijos de José María Ruiz-Mateos aseguraron que jamás engañaron a ningún ahorrador para que invirtiera en pagarés de las firmas de Nueva Rumasa, ya que tenían información pública sobre el conglomerado y la propia CNMV había alertado de los riesgos.