El presidente del grupo Santander, Emilio Botín, alzó ayer la voz contra la excesiva regulación que se está imponiendo al sector bancario y que, en su opinión, puede poner "en peligro la capacidad de la recuperación" económica mundial.

"Es el momento de frenar el tren regulatorio y valorar y calibrar el impacto de las medidas que ya están marcha", dijo Botín en la apertura de la IV Conferencia Internacional de Banca, organizada por su entidad y que reunió en Madrid a importantes actores financieros del panorama mundial.

El banquero aprovechó la presencia del presidente de la Autoridad Bancaria Europea, Andrea Enria, para cargar contra las propuestas que circulan en el mercado para aplicar una quita a la deuda de algunos países periféricos europeos -entre los que podría estar España- y obligar así a una mayor recapitalización de la banca.

El diario ´Cinco Días´ informó ayer de que Bruselas estaría barajando depreciar la deuda española en la cartera de la gran banca en un 5 por ciento, lo que obligaría al Santander, BBVA, Bankia y Caixabank a recapitalizarse en 19.125 millones de euros.

"Poner en duda de forma generalizada la sostenibilidad de la deuda pública o del sistema financiero europeo puede llevarnos a una espiral imparable de crisis soberanas y crisis bancarias", alertó Botín.

El banquero reconoce que algunas entidades con exposición a la deuda pública griega pueden necesitar ampliar su base de capital, pero dejó claro que "no debe forzarse una recapitalización indiscriminada de la banca europea sin resolver de forma definitiva el problema de la deuda pública".

En su opinión, estas nuevas propuestas "no tienen ningún sentido" porque "no respetan" las reformas que hay en marcha e "invalidan" los exámenes de capital que hizo la EBA hace solo tres meses, en los que no se contemplaban quitas para la deuda soberana.

Más allá de estos inconvenientes, Botín cree que estas nuevas propuestas, que no han sido confirmadas por Bruselas, "crean inseguridad y confusión, aumentan la incertidumbre en los mercados y por último producirán una contracción del crédito".

"El sector financiero internacional necesita tiempo para ajustarse a los importantes cambios que hay ya en camino", dijo Botín.

"No se pueden seguir añadiendo nuevas cargas al sector, como nuevos impuestos o requerimientos locales de nueva índole", apuntó Botín, para quien ahora es el momento de hacer una pausa y valorar los procesos de regulación que ya hay en marcha, porque afrontan varios riesgos.

Por otra parte, el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, insistió ayer en que la recapitalización de la banca de la UE es necesaria para recuperar la confianza del mercado y "romper el círculo vicioso" entre la crisis de deuda y la fragilidad de algunas entidades.