La vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, volvió a defender hoy la austeridad como receta para aquellos países acosados por los mercados.

"La prioridad absoluta es la consolidación fiscal y por supuesto las reformas estructurales", insistió la ministra al término del Ecofin en Luxemburgo.

Según Salgado, esta es la fórmula que deben aplicar "aquellos países que están sufriendo tensiones en los mercados, los que tienen desequilibrios macroeconómicos importantes y aquellos que han tenido hace unos años y siguen teniendo déficit importantes".

Salgado explicó que el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, que abandonó el encuentro de hoy sin hacer declaraciones, defendió ante los ministros que aunque en algún caso hubiera "alguna posibilidad de empezar a introducir variables distintas y relajar esa consolidación fiscal", lo más prioritario para el conjunto de la zona euro y de la UE es llevar a cabo la consolidación fiscal.

Salgado apoyó esta mañana esa posibilidad para países con más margen de maniobra, como Alemania, ya que ayudaría a tirar de la demanda de la UE, pero recalcó que la decisión corresponde al Ejecutivo de cada Estado miembro.

En las conclusiones aprobadas hoy, los ministros hacen un llamamiento a todos los Gobiernos nacionales a "aplicar plenamente sus compromisos" para cumplir con sus objetivos de deuda y déficit.

De este modo, la UE mantiene intacta su estrategia para salir de la crisis basada en la austeridad, pese al fuerte frenazo de las economías principales de la zona euro y a las previsiones de recesión.

Sin embargo, los Estados miembros se mostraron partidarios de que los socios en situaciones más cómodas aprovechen la flexibilidad que permite el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) y dejen actuar a los estabilizadores automáticos, que en tiempos de crisis elevan el gasto social y contribuyen a mantener la demanda, sin perder de vista la sostenibilidad de sus finanzas públicas.

Esta recomendación afecta a los estados miembros que no tengan déficit excesivo -Luxemburgo, Suecia, Finlandia y Estonia-, así como a países que sigan una orientación adecuada hacia los objetivos presupuestarios a medio plazo y tengan riesgos presupuestarios limitados como Alemania.

Para países que han necesitado un rescate como Grecia, Portugal e Irlanda y los que se encuentran acosados por la presión de los mercados como España e Italia la receta de los Veintisiete sigue siendo la austeridad.

En líneas generales, los ministros destacaron la importancia de que "la consolidación presupuestaria vaya acompañada de reformas estructurales orientadas a mejorar las posibilidades de crecimiento".