El gobierno de la canciller Angela Merkel anunció ayer una marcada corrección al alza en sus previsiones de crecimiento económico para este año, hasta el 3,4 por ciento, frente al 1,4 por ciento calculado en la primavera.

El año que viene el producto interior bruto (PIB) de Alemania, primera economía de Europa, crecerá un 1,8 por ciento en vez del 1,6 por ciento estimado anteriormente.

"La recuperación está ahí", subrayó el ministro alemán de Economía, Rainer Brüderle, durante la presentación de las previsiones oficiales en Berlín. "Alemania es la locomotora de Europa, una economía en auge".

Orgulloso, hizo hincapié en que Alemania registrará este año "el crecimiento más fuerte de los países occidentales" y recordó que "desde la reunificación sólo se había registrado un porcentaje tan alto en una ocasión".

Además, señaló que el gobierno espera que como consecuencia del crecimiento del producto interior bruto (PIB) también suban los salarios. "El boom pertenece a los trabajadores empleados de este país", indicó puntualizando que los sueldos aumentarán a un ritmo desconocido desde la reunificación.

"La recuperación se sostiene sólidamente sobre dos pilares: tras el importante impulso (inicial) del comercio exterior, ahora también incluye el aumento de la economía doméstica. El 'boom' ha afectado a casi todos los sectores de la economía", subrayó el ministro.

Brüderle hizo hincapié en que el principal contribuyente al nuevo "milagro económico" alemán es el consumo interno y no las exportaciones, y tachó de sin sentido "las críticas de los colegas franceses" que apuntaban que Alemania ha impulsado a propósito las exportaciones como elemento de crecimiento, lo que afecta negativamente a otros países.

"Nuestra fortaleza exportadora no es una estrategia. No hay proteccionismo, no hay manipulación ni subvenciones. Sólo hay libre competencia y libre mercado. La gente compra nuestros productos", dijo.

Por su parte y según las previsiones del Ejecutivo alemán, la tasa de desempleo se reducirá en 190.000 personas este año. En el país habrá un total de 3,2 millones de desempleados. En 2011 aún bajará aún más, en 290.000, para situarse por primera vez desde hace décadas por debajo de la marca de los tres millones de personas, concretamente, en los 2,9 millones.

"El mercado laboral alemán ha pasado de ser un niño problemático a un alumno ejemplar, también en la comparación internacional", enfatizó el liberal Brüderle.

El ministro destacó que desde 1992 el mercado laboral no se encontraba en una situación tan favorable, aunque recordó que el país tiene por delante aún varios desafíos como el envejecimiento de la población.

Por esa razón instó a buscar más personal cualificado del exterior. "La falta de mano de obra no puede convertirse en un freno al crecimiento", subrayó.