El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, considera que uno de los efectos de los Presupuestos Generales del Estado ha sido la ruptura del PP con Coalición Canaria en el Gobierno de las islas.

El jefe del Ejecutivo ha realizado este comentario ante los periodistas en el Congreso de los Diputados, donde se están debatiendo las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos Generales del Estado para 2011.

La vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, defendió unos presupuestos basados en una previsión económica "acertada", aunque dijo que no vacilará en hacer más recortes de ser necesario, mientras el líder del PP, Mariano Rajoy, subrayó que el Ejecutivo está en "el otoño de su decadencia".

El enfrentamiento entre Salgado y Rajoy durante el debate a la totalidad de los presupuestos generales del Estado para 2011 se centró en buena medida en el acuerdo alcanzado por el PSOE con PNV y CC para la aprobación de las cuentas.

Según Rajoy, con dicho pacto el Ejecutivo paga por aparentar que tiene mayoría parlamentaria cuando lo que hace es prolongar "el "otoño de su decadencia".

Salgado, por su parte, aseguró que no pensaba que Rajoy pudiera ser "tan torpe" por criticar estos acuerdos, cuando en 1996 el PP también llegó a pactos presupuestarios con nacionalistas vascos y catalanes, en una época -recordó- en la que el ex presidente José María Aznar presumía de hablar catalán en la intimidad.

El portavoz del CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, dijo al respecto que se trata de un pacto "democrático" y afirmó que hablar de "su precio" implica una visión sectaria y poco respetuosa con la pluralidad política nacional.

De los presupuestos del próximo año, el presidente del PP destacó que son "perniciosos por sus contenidos, por nacer de espaldas a la realidad, por responder a los apremios de un Gobierno al que intranquiliza su propia supervivencia".

Por el contrario, Salgado insistió en que son "razonables" y ayudarán a una recuperación gradual de la economía, que en el conjunto de 2011 crecerá el 1,3%, previsión "consistente y robusta" que está convencida de que se cumplirá.

No obstante, la vicepresidenta insistió a lo largo de todo el debate en que el déficit es la primera prioridad del Gobierno, que "no vacilará" en acometer más recortes, aunque no cree que lleguen a ser necesarios ajustes adicionales, que en todo caso, dijo que no tendrían por qué ser medidas de carácter presupuestario.

Además, subrayó que ya se ha iniciado la recuperación, que es lenta, pero se irá consolidando gracias a las "ambiciosas" medidas que se adoptarán dentro de la Ley de Economía Sostenible, al tiempo que habló de la urgencia de reformar el sistema de pensiones, para garantizar su sostenibilidad a futuro.

Desde la izquierda, el portavoz parlamentario de ERC, Joan Ridao, alegó que las cuentas del año que viene sólo servirán "para pagar la factura del paro y los intereses de la deuda", porque "son los presupuestos de la crisis, pero no contra la crisis".

En el mismo sentido, el portavoz de ICV, Joan Herrera, afirmó que son los peores presupuestos posibles, antieconómicos y cargados de resignación, y añadió que está "hartísimo" del discurso que imponen Europa y los mercados.

El portavoz del BNG, Francisco Jorquera, acusó al Gobierno de instalarse en el "autismo" y no escuchar el "clamoroso" descontento de la sociedad, incluida su base electoral y militantes, que piden "un cambio de rumbo" de las políticas económicas.

De igual forma se pronunció la diputada de UPyD, Rosa Díez, quien añadió que los presupuestos son los de "la excepción vasca" y llegan "viciados" por una negociación política que daña la democracia, ya que el Gobierno cede soberanía al nacionalismo vasco.

Por su parte, el diputado de UPN Carlos Salvador responsabilizó al PNV y a CC de las consecuencias de la aprobación de los presupuestos, mientras que Uxue Barkos, de NaBai, opinó que estas cuentas no son "la herramienta más adecuada para trabajar" por el fin de la crisis.

En sentido contrario, el diputado de CC José Luis Perestelo defendió su apoyo a los presupuestos por las mejoras que obtendrá Canarias e incidió en que su partido prefiere solucionar la "grave" situación económica y de desempleo que atraviesa el archipiélago.

Desde el PNV, grupo parlamentario que abrirá la segunda sesión del debate, su portavoz económico Pedro Azpiazu, admitió fuera del hemiciclo que las cuentas son difíciles de apoyar y justificó que su partido lo haga "porque la estabilidad es un mensaje positivo".